MURCIA. El juego es una de las principales industrias económicas de nuestro país. También lo es en la Región de Murcia. Las elevadas cantidades de dinero que mueven, fértiles para la recaudación de impuestos y para las empresas que operan en este sector, conviven con las alertas, cada vez más preocupantes, de la enfermedad de la ludopatía. El Ministerio de Consumo, que dirige Alberto Garzón, ha publicado su último informe anual del mercado español del juego, que permite dibujar una radiografía sobre cómo y cuánto gastan los españoles en cada territorio autonómico.
Las competencias de las actividades de azar y apuestas se reparten entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas. Así, el Estado regula las loterías nacionales, las Quinielas, la ONCE y el sorteo de Cruz Roja. También es materia competente del Ejecutivo central las apuestas online y los concursos de los medios de comunicación. En cambio, el Gobierno autonómico se encarga de la vigilancia del llamado juego presencial de ámbito privado, es decir, supervisa el desarrollo en establecimientos físicos como los casinos, las salas de bingo, los salones de juego, las tiendas de apuestas y las máquinas en hostelería.
La Región de Murcia tiene una particularidad: están prohibidas las máquinas de apuestas deportivas en los establecimientos hosteleros, a diferencia de otros territorios como la Comunidad Valenciana. Así, sirva como ejemplo, uno puede encontrar una máquina de apuestas en un bar de Orihuela pero no en Beniel (al menos, no legalmente).
En cambio, las máquinas tragaperras sí están permitidas en los locales de hostelería, con un total de 3.225 repartidas por todo el territorio regional (de ellas 2.792 están en bares y restaurantes). El Ministerio de Consumo, sin embargo, no desglosa cuánto dinero mueven este tipo de juego de azar, que por lo general es uno de los principales surtidores de ingresos.
En total, la Comunidad murciana cuenta, siempre según los datos de Consumo, con 365 salones de juego y 375 salas de apuestas. Suma cinco bingos y solamente tiene un casino, ubicado en las afueras de Murcia. Los límites para colocar salones de juego se han endurecido en los últimos años. En el año 2020, la Comunidad reforzó el sistema de control de accesos de juegos y estableció una distancia mínima entre dos locales de apuestas de 1.000 metros. También impuso una separación de 500 metros entre estos establecimientos y los centros educativos. Estas normas se impusieron sin carácter retroactivo, por lo que se aplica a las nuevas licencias de apertura, no a las ya existentes.
Las apuestas pisan fuerte desde hace tiempo. Los murcianos jugaron más de 66 millones a lo largo del año pasado. Esta cantidad prácticamente triplica el dinero ingresado en los salones de bingo, que registró 25 millones, según el informe del Ministerio. Hay que tener en cuenta que el 2021 comenzó restricciones por la pandemia (hubo limitaciones horarias y cierres perimetrales), por lo que las cifras no superan las contabilizadas en 2019. En aquel año, previo a la pandemia, se alcanzaron los 77 millones recaudados en apuestas. El 2020, el año que irrumpió la covid, dejó 42 millones sólo en apuestas.
La Región es la octava comunidad que más dinero destinó a las apuestas, un ranking que encabeza Madrid, con 370, seguida por la vecina Comunidad Valenciana, con 220 millones. En cuanto al bingo, Murcia es la décima del país. Nuevamente, Madrid, con 265 millones, y Valencia, con 218, se encuentran a la cabeza en todo el territorio nacional.
Sobre las apuestas del Estado, las loterías y sus derivadas (como la Quiniela y la Primitiva) siguen a la cabeza en millones de euros, con un total de 285 en 2021 frente a los 234 de 2020 y los 280 de 2019. La ONCE, por su parte, deparó hasta 80 millones de euros en la Región en el año pasado frente a los 58 y 84 de 2020 y 2019, respectivamente.
En cuanto al casino, el 2021 sí ha dejado sus mejores resultados brutos en un lustro, al contabilizar 3,9 millones de euros, frente a los 2,5 millones de 2020 y los 3,1 millones de 2019. El 70% de ese beneficio procedió del juego en mesas frente al 30% en máquinas, siempre según los datos de Consumo. Hay que recordar que el único casino de Murcia dejó de operar en el céntrico Rincón de Pepe para emplazarse en las afueras, en el complejo Odiseo, que abrió sus puertas a finales de febrero de 2020, justo un mes antes del decreto de confinamiento por el coronavirus.