MURCIA. El nuevo impuesto a la banca se repartirá finalmente entre las comunidades autónomas en función del Producto Interior Bruto (PIB) regional, según aprobó este jueves el Congreso de los Diputados. Se trata de un reparto regresivo, puesto que premia a las CCAA más ricas y castiga a las que están a la cola. Perjudica, entre otras, a la Región de Murcia y a la Comunitat Valenciana, cuyo peso poblacional en España es mayor que el del PIB. Este inédito sistema de reparto fue propuesto por Junts y apoyado inicialmente por el Gobierno y todos sus socios de legislatura.
El Partido Popular lo modificó en el Senado mediante una enmienda que establecía que la distribución del dinero ingresado que se haría "en función de los criterios del sistema de financiación autonómica y regímenes forales". Sin embargo, la enmienda del Senado debía ser aceptada por el Congreso y este jueves la Cámara Baja decidió mantener el sistema de reparto propuesto por los nacionalistas catalanes, que beneficia a Cataluña, además de a Madrid, por ser las dos comunidades más ricas.
En la votación en el Congreso el PP se quedó prácticamente solo en su defensa de la enmienda, ya que solo le apoyó el diputado de Unión del Pueblo Navarro. Votaron en contra todos los demás, entre ellos PSOE, Podemos (Grupo Mixto)y Vox, todos ellos con diputados murcianos, además de otras formaciones como Sumar. El único que no participó fue José Luis Ábalos. En total, de 349 votos, hubo 138 a favor frente a 211 en contra.
Sorprende la postura de los dos diputados de Compromís, siendo una medida que perjudica a los valencianos, como sorprende el voto en contra de los diputados de Coalición Canaria y el Bloque Nacionalista Galego, cuyas comunidades autónomas también salen perjudicadas por este modo de reparto. Tras la primera aprobación en el Congreso, a finales de noviembre, el síndic de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví, justificó su postura porque "a veces hay que ceder".
Haciendo una estimación con datos del PIB de 2022 y la previsión de recaudación de este impuesto, en el caso valenciano serán más de 30 millones de euros al año lo que la Generalitat dejará de percibir del impuesto a la banca entre 2025 y 2027 por repartirse el dinero en función del PIB y no de la población.
Entre las perjudicadas también aparece la Región de Murcia, que pierde 0,57 puntos porcentuales. Si se cumplen las previsiones de recaudación de cerca de 2.000 millones de euros anuales, supondría unos 11 millones menos al año para la Región.