CARTAGENA. La conciencia por el medio ambiente hace tiempo que caló en la sociedad. Sin embargo, esta visión del respeto al medio ambiente ya estaba presente en el germen de Posidonia Turismo. Hace 13 años, Anabel García Olivares inició un camino cuando no había una conciencia ecológica asentada en una industria como el turismo, a menudo muy invasiva con el entorno natural. "Yo había trabajado previamente en turismo, en gestión hotelera, y decidí poner en marcha Posidonia Turismo, que debe su nombre a la esencia de la empresa: el amor por la naturaleza y el servicio turístico. Nuestro objetivo es lograr transmitir un uso responsable del turismo", señala Anabel.
El abanico de actividades de Posidonia Turismo es muy amplio. Desde actividades acuáticas como buceo, esnórquel; windsurf, kitesurf o paddle surf; rutas en barco por el Mar Menor, rutas interpretativas en barco, a pie por los parques Regionales de Calblanque y las Salinas; o actividades como el astroturismo o viajes en globo aerostático por el Mar Menor. "Pretendemos dar a conocer todo el patrimonio que tenemos en el Mar Menor, desde los restos fenicios hasta la posidonia, que da nombre a la empresa, mientras concienciamos de la importancia del respeto al medio ambiente. Aunque estamos en La Manga, también organizamos rutas guiadas por enclaves naturales de la Región como Sierra Espuña y el Valle del Ricote", explica la gerente de Posidonia Turismo.
Una de las características de Posidonia, y en las que cree profundamente su fundadora, es la colaboración. "Colaboramos con distintas empresas relacionadas con los parques regionales de la Región. El objetivo es crear sinergias. En turismo sostenible no puedes ir solo a ningún lado. Necesitas la colaboración de todos, desde las administraciones, a las asociaciones ecologistas o las asociaciones de vecinos. Un ejemplo es el trabajo que nos ha costado a todos los implicados conseguir la etiqueta Inheritura para el parque regional de Calblanque, Peña del Águila y Monte de las Cenizas, que lo acredita como área donde se desarrolla el turismo sostenible y participativo, protegiendo y poniendo en valor el patrimonio natural, siendo primera área Inheritura de España", apunta Anabel. "Han sido muchos años trabajando para conseguirlo", añade.
Una de las demandas históricas de la zona de La Manga y Cabo de Palos es lograr una desestacionalización de la zona, algo que desde Posidonia intentan fomentar. "Las actividades que ofrecemos las tenemos disponibles en distintas épocas del año. En verano, el perfil que más se demanda es el del turista de sol y playa. No puedes ir contra eso. Aunque hay empresas que ofrecen paseos en barcos de forma más lúdica, nosotros intentamos que sean con un enfoque cultural y medioambiental, que el turista sea consciente del entorno”, explica. “Las actividades turísticas que organizamos en los parques regionales precisan una serie de pasos, como pedir permisos, seguir las normas propias de cada parque…En verano no organizamos rutas guiadas por el calor y porque consideramos que el entorno ya sufre una importante carga. Es una alternativa turística para épocas fuera del verano, a partir de octubre".
Pese a que se aprecia un aumento de la gente en la zona, Anabel percibe que, mientras otras zonas sin han recuperado niveles turísticos prepandemia, en el entorno del Mar Menor cree que aún no se ha producido esa recuperación. "La marca Mar Menor ha sufrido un golpe fuerte. Aunque la laguna no está tan mal como lo estaba hace unos meses, necesitamos un resurgir. Que haya mucha gente en La Manga no quiere decir que haya mucho turismo".