Por un puñado de votos

MURCIA. El periodo preelectoral que vivimos vuelve a poner el agua en primera línea de debate público. Una vez más se utiliza la escasez de agua para crear división y tensión entre los territorios y sus habitantes con el objetivo de intentar arañar o mantener unos cuantos votos. Mientras se intensifican los trabajos para conseguir un abastecimiento energético para todos, se obvia que el agua es un recurso tan básico y fundamental para la vida como la energía.

Nadie pone en duda la necesidad de transportar en oleoductos o por cualquier otro medio el gas y petróleo necesarios para mantener nuestra calidad de vida y asegurar el desarrollo socioeconómico de nuestro país. Se trata de conseguir que los recursos energéticos del planeta puedan ser puestos a disposición de quienes lo necesitan, independientemente de su lugar de residencia.

"Las elecciones serán una oportunidad para que la sociedad conozca quién está a favor del trasvase y quién se opone"

Sin embargo, en España no se mantiene el mismo discurso cuando se trata del agua. La gestión publica del agua incide más en los sentimientos que en la razón y la ciencia. ¿Alguien sería capaz de proponer que el gas solo lo utilizaran quienes poseen yacimientos? ¿Por qué cuando se habla de agua se dice todo lo contrario?

La cuenca del Segura con un déficit estructural de agua ha tenido que desarrollar, a lo largo de los años, múltiples iniciativas y proyectos para paliar la escasez y posibilitar unas condiciones de vida dignas. Ha conseguido situarse entre las regiones del mundo más eficientes en la gestión hídrica, reduciendo los consumos humanos y aprovechando hasta la ultima gota en la producción agrícola.

Gracias al trasvase Tajo-Segura y una sostenible gestión del agua, el sureste español se ha convertido en el gran suministrador de frutas y hortalizas a buena parte de Europa, generando decenas de miles de empleos, reteniendo a la población que antes emigraba y contribuyendo a luchar contra la desertificación que nos amenaza.

La necesidad de combatir la escasez del agua, especialmente en la Región de Murcia, ha conseguido llegar a la excelencia en la gestión del ciclo integral del agua. La innovación de una agricultura sostenible que utiliza solo el agua necesaria sin desperdiciar una sola gota, los altísimos rendimientos técnicos de las redes de abastecimiento o la depuración de la totalidad de las aguas residuales y su reutilización en agricultura o riego de jardines, son algunos ejemplos del uso ecoeficiente y sostenible  del agua.

La incorporación de la iniciativa privada a la gestión del agua ha supuesto liderar mundialmente la eficacia en el suministro, reutilización y en el desarrollo de acciones ambientales para mitigar los efectos climáticos. El compromiso de los agricultores para producir más con menos agua y agroquímicos está consiguiendo recuperar suelos, acuíferos, reducir la erosión y mantener el abastecimiento alimentario.

¿Es más rentable mantener la ambigüedad sobre los trasvases o reducirlos, que proponer una política nacional que permita compartir el agua al igual que ocurre con la energía? Los discursos ambiguos o el seguimiento de las consignas medioambientales más extremistas solo generan incertidumbre y pobreza.

Los responsables públicos deberían explicar claramente que modelo proponen para garantizar a todos los ciudadanos el acceso al agua al igual que hacen con la energía. Las próximas elecciones serán una oportunidad para que la sociedad conozca quién está a favor del trasvase y quién se opone, sin juegos de palabras o promesas nunca cumplidas

El problema del agua en España no es su escasez, sino la falta de decisión política para permitir la interconexión de cuencas que garantice agua para todos los territorios y mitigue los efectos de las sequías e inundaciones.

Miguel Ángel Cámara Botía

Catedrático de Química Agrícola

Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica

Universidad de Murcia