Parece que fue ayer, pero ya han transcurrido 56 años, desde que Sergio Leone dirigiera en 1964 a Clint Eastwood en una de las mejores películas del spaghetti western y, que, con un argumento basado en el filme 'Yojimbo el mercenario' (1961) de Akiro Kurosawa, lo lanzara a la fama, al convertirlo en el héroe y principal protagonista de la primera entrega de la Trilogía del Dólar, acompañado por un versátil e histriónico Gian María Volonté y por la magnifica banda sonora de Ennio Morricone. Por supuesto, sin lugar a dudas estoy hablando de 'Por un puñado de dólares'. Seguro que todos la vimos y aún seguimos recordando al protagonista 'Joe', un ex sargento del ejército de la Unión, que durante la Guerra de Secesión, en 1872, se dirige a San Miguel, un pueblecito en la frontera de México, donde es testigo del intercambio de oro por armas entre mejicanos y soldados de la Unión.
Corre el año 2020 en España. Pedro Sánchez I -otro falso héroe y mercenario elevado a la categoría de presidente, gracias a ese puñado de votos/dólares prestados por el villano de la historia, Iglesias y colegas afines, a cambio de pingües ministerios- es con mucha diferencia, el principal protagonista de los años más nefastos de la vida política, social y económica, desde el reinado de Fernando VII al de ZP I 'el bolivariano y derogador'.
Tras aflorar, como presidente victorioso, en el circo político español, observa impávido como los distintos clanes políticos -con los que ha pactado pese a todo vaticinio- riñen por el control y el caudillaje de una nación, España, sumergida en un desgobierno caótico: confusión sanitaria de la covid-19 (con más de 50.000 muertos y 40.000 sanitarios contagiados), inseguridad ciudadana, deflación económica, millonaria destrucción de empleo, férrea dictadura laicista y socialcomunista (la mayor desde la primera legislatura democrática el 23/03/1979) y prolija confusión ética y moral por el totum revolutum ideológico del Ejecutivo. ¿Y todo esto por qué…? Simplemente “por un puñado de dólares”, a repartir entre el clan indepenacionalista, las comunidades autónomas socialistas y el resto de la extrema izquierda (podemitas, comunimarxistas, ERC, Bilduetarras…etc.).
Este falso héroe -presidente “por un puñado de dólares”, heredero de las promesas de la “Alianza de Civilizaciones” y alumno aventajado de ZP- para resistir en el poder traza un maquiavélico y premeditado plan de compra de votos escudado por la Ley de financiación de las Autonomías. Así oculta el verdadero objetivo: comprar el voto separatista e independentista para seguir okupando con patente de corso el sitial monclovita. Desde su llegada al poder está intentando imponer un nuevo “periodo constituyente”. ¿Significa esto un paso previo para instaurar la República…? ¡Ustedes mismos! Las concesiones al independentismo, el pacto con Podemos, sus directas insinuaciones a la reforma constitucional y el desapego de la Corona, así parecen probarlo por propia convicción o por imposición de sus bases.
La historia se repite cíclica y burlonamente, y en la España -del trilero y felón, “Señor de los Cerros de Úbeda”- todo es válido para seguir gobernando. Todo, absolutamente todo. Mintiendo y “por un puñado de dólares” se puede vender, pactar, intercambiar, mercadear y derogar todo, absolutamente todo. ¡En caso de duda, por favor, preguntar en Moncloa! Desde el legal asalto a la Moncloa –que no moral, ni ético- pretende que las Cortes no sean lo que son, ni sirvan para lo que sirven. Intenta que se conviertan en ese famoso y recordado “rastro”, cantado en 1974 por Patxi Andión, bajo el nombre de “Una, dos y tres” (con alguna pequeña variación -de la letra- por parte del que escribe):
1.- Esto es el Rastro señores, vengan y anímense,
Que aquí estamos nosotros pá mentirle a usted
Les timamos en todo, y en el precio también
Nos vendemos barato, con el precio en inglés
2.- Vendemos las mentiras que usted quiera creer
Nos vendemos de cara, y también del revés
Y si quiere dinero, se lo damos también
Nos lo da usted primero y nosotros después.
3.- Somos todo lo honrados, que usted quiera creer
Con sus votos seguimos anclados al poder
Le engañamos antaño y lo haremos después
Si nos sigue votando ganaremos poder.
4.- ¡Voten a Sánchez señores, vótenlo y pasen por caja!
Si quieren que nos gobierne con mano bolivariana…
Con sus trolas y mentiras, sus quimeras y añagazas…
¡Apuesten por el “Sanchismo” y olviden la democracia!
A nuestro supuesto “héroe nacional” -una vez despojado de la careta colocada para disimular la descarada compra de votos de sus accionistas en el gobierno*- le deseo un fulminante, eficaz y “político” sueño eterno, al compás de los mejores acordes de la banda sonora de E. Morricone.
Pedro Manuel Hernández es Licenciado en Medicina y Cirugía, en Periodismo y ex Senador autonómico del PP por Murcia