¿Por qué cada vez hay más Danas y con mayor virulencia?

No podía creer las noticias del pasado día 29 de octubre. Se trataba de una nueva Dana, pero de una violencia inusitada. Teniendo en cuenta lo complicado que es predecir estos eventos, AEMET lanzó un aviso del que no se hicieron eco las autoridades hasta que fue demasiado tarde, cogiendo a la población totalmente desprevenida. La cadena de errores y negligencias de las distintas administraciones y organismos oficiales fue pasmosa, pero ese no es el tema que nos ocupa ahora. Sólo quiero desear desde aquí mucha fuerza y valor a esa tierra hermana.

Seguro que todos hemos visto fotos o vídeos de planetas del sistema solar como Venus, Saturno o Júpiter en los que es sencillo apreciar bandas de nubes que se mueven paralelas al ecuador; lo mismo ocurre en nuestro planeta. Lo que pasa es que el aire es transparente para nosotros y no podemos observarlo de manera fácil. Estas son las que se denominan corrientes en chorro o "jet stream", que son como canales de aire que discurren en varias latitudes de La Tierra a enormes velocidades, pero con unos pocos kilómetros de ancho.

Existen varias corrientes en chorro. Las principales y más potentes son las que discurren cerca de los polos; en cambio, las subtropicales están situadas a más altura y tienen menos velocidad.

Estas corrientes, al igual que en otros planetas, se forman por la rotación, el calentamiento atmosférico debido a la irradiación solar y el calor interno del propio planeta. En el caso de la Tierra, este último factor no se tiene en cuenta al ser muy pequeño. Podemos decir que estas corrientes aparecen en la zona de intersección de masas de aire a muy distinta temperatura como ocurre entre el aire de las zonas polares y las zonas tropicales.

"esa humedad, al enfriarse rápidamente a gran altura, se satura y puede dar lugar a fuertes tormentas y precipitaciones muy intensas"

El aire, al igual que el agua es un fluido, pero con la diferencia de que se puede comprimir bastante. Teniendo en mente esta analogía podemos pensar que las corrientes en chorro de la atmósfera son como ríos de aire que se desplazan a una gran velocidad, entre 100 y 250 km/h, además de estar a una gran altura, unos 10 km de media. Estos ríos viajan de oeste a este y suelen tener ondulaciones o lo que por analogía podríamos llamar "meandros". Estos "meandros" pueden llegar a estrangularse y separarse de la corriente principal, por lo que se formaría un embolsamiento o una especie de burbuja. Estas burbujas, que se quedan aisladas, contienen aire muy frío girando y suelen moverse de manera errática, casi siempre en sentido contrario a la del chorro que las generó. Pues eso es exactamente una DANA, acrónimo de (Depresión Aislada en Niveles Altos).

En principio, al ocurrir a gran altura, las Danas, por sí mismas, no suponen un gran problema, pero en muchas ocasiones ese movimiento errático las hace acercarse a zonas donde el aire está muy caliente en comparación con el que ellas contienen. Esto ocurre particularmente en otoño en el Mediterráneo ya que este mar ha estado calentándose durante todo el verano. El aire caliente, al pesar menos que el frío, asciende rápidamente arrastrando con él toda la humedad que contiene el mar, por lo que esa humedad, al enfriarse rápidamente a gran altura, se satura y puede dar lugar a fuertes tormentas y precipitaciones muy intensas.

Conociendo ahora el mecanismo de lo que antes llamábamos gota fría y ahora Dana, podemos decir que el principal problema es la alta temperatura del mar Mediterráneo que ha estado durante todo el verano acumulando energía; por analogía, podemos decir que es como una batería, pero en vez de eléctrica, calorífica. La Dana no es más que la canalización de toda esa energía al igual que los cables eléctricos conectados a una pila conducen la electricidad.

¿Pero por qué son ahora las Danas más frecuentes e intensas?

Aunque no puede afirmase esto de manera categórica, todos los datos apuntan en un sentido único: el denominado "Cambio Climático". Los números son claros. Desde 1990 la cantidad de estos sucesos ha aumentado un 15% y está claro que en ello ha influido, sin duda, el incremento de la temperatura media del agua del mar.

El denominado cambio climático está en marcha y todavía hay gente tan ciega que se niega a admitirlo enterrando la cabeza bajo la tierra como un avestruz y condenando con su postura a las futuras generaciones. Casi la totalidad de los científicos están de acuerdo en que el mencionado cambio climático nos está afectando y eso cambiará completamente nuestra sociedad.

"todavía estamos a tiempo de, al menos, mitigar el cambio climático"

Poniendo como ejemplo nuestro país, cada vez los veranos son más largos y las olas de calor más frecuentes, acompañadas de sequías intensas. La lluvia suele concentrarse en tormentas que suelen causar más perjuicios que beneficios. Si la predicción es que las Danas sean cada vez más probables, ¿creen que un país como el nuestro soportaría, por ejemplo, cinco o seis Danas como la ocurrida en Valencia en un mismo año? La economía del país no podría aguantar algo parecido y arruinaría nuestra sociedad; puede que el país tal y como lo concebimos ahora desapareciera definitivamente desmembrado en miniestados o comunidades producto de diversas revoluciones civiles.

Según los expertos, todavía estamos a tiempo de, al menos, mitigar el cambio climático, pero para ello es necesario un cambio social importante. El principal problema, que es la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero, ha de ser afrontado con urgencia. Debemos dejar de quemar combustibles fósiles y utilizar energías renovables como la solar o la eólica, pero a día de hoy esto es totalmente imposible debido a nuestro alto consumo energético. La única alternativa viable es utilizar como respaldo a las renovables la energía nuclear, lo que sin duda conduce a un debate nada racional en nuestra sociedad. Recordemos que la nuclear no emite gases de efecto invernadero, es muy segura y además es capaz de suministrarnos toda la energía que demanda nuestra sociedad. Hemos de pensar en ella como una transición hasta que las renovables se desarrollen lo suficiente para que nos puedan suministrar toda la energía que necesitamos como civilización.

¡Dejémonos de corsés políticos, ecologistas o negacionistas y miremos al futuro, pensando como una especie planetaria en conjunto, con la esperanza de que nuestra salvación como sociedad la tenemos al alcance de la mano!