VALÈNCIA. Corberán y la misión de levantar al vestuario. El entrenador del Valencia CF afronta la semana su semana más dura hasta la fecha en el banquillo de Mestalla. Lo hace justo un mes después de que comenzase a trabajar en la ciudad deportiva de Paterna con sus futbolistas, que quedaron francamente 'tocados' por la abultada derrota en Barcelona. 

El Valencia CF está en una situación muy crítica y no goza de tiempo para lamentarse. El empate del pasado lunes del Alavés ha arrojado un rayo de esperanza al Valencia CF, que ve la salvación a cinco puntos con dos partidos ante Celta y Leganés en Mestalla. Sin embargo, la goleada del pasado domingo en Montjuic ha generado un socavón en el autoestima de la plantilla, que se vio superado con una facilidad pasmosa por su rival.

En ese escenario, Corberán afronta la gestión de grupo como un nuevo reto. Influir en el aspecto mental para que la plantilla no eche por tierras los avances realizados desde su llegada al área técnica. La presión alta, el atrevimiento para buscar superiorades en las transiciones o la intensidad defensiva que sí se había mostrado en partidos anteriores son algunos de los ejemplos. 

La semana se va a hacer larga en Paterna. Mestalla, como 'medicina' de todos los males, es el clavo al que se aferran plantilla, club y afición para coger aire, aunque para ello es necesario que Corberán logre 'limpiar' la mente de su plantilla. Mientras tanto, el técnico valencianista espera contar con buenas noticias en el plano deportivo con la vuelta de piezas como Mosquera, Barrenechea o Rafa Mir junto al rodaje de los recién llegados como Umar Sadiq y Max Aarons.