MADRID. (EP) Los planes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para fijar un precio máximo al gas o de cambiar el sistema de fijación de precios para separar el gas de la electricidad generan dudas en varios socios de la Unión Europea, que son escépticos con que las medidas funcionen y consideran que intervenir el mercado eléctrico abre la puerta a "matar la competencia".
En medio de la gira de Sánchez por Europa para tejer alianzas de cara a la reunión de líderes de la UE de los días 24 y 25 de marzo, en el que el Gobierno va a poner toda la presión sobre sus socios para que se tomen medidas a nivel europeo, varios Estados miembros han mostrado serias dudas sobre las medidas que España, junto a Portugal o Italia, están planteando para frenar la escalada del precio de la luz.
"Ahora hay consenso en que estas propuestas tienen deficiencias y existen dudas sobre el impacto en la vida real", han indicado fuentes diplomáticas de una delegación europea muy escéptica con las propuestas españolas.
En concreto, la idea de desvincular el precio del gas al de la electricidad, es, a ojos de este socio europeo, "matar la competencia en el mercado energético" y avisa de consecuencias negativas en las inversiones en energías renovables.
Esta sensación es compartida por otra parte de los Veintisiete, que cuestionan que este tipo de medidas funcionen. Otro país europeo critica que España no haya presentado ningún análisis hasta el momento que explique cómo funcionaría el poner un techo al precio del gas.
"Hay problemas del mundo real en todas estas fantasías", han indicado fuentes diplomáticas de este otro Estado miembro, que aduce que los proveedores de energía pueden priorizar otros mercados internacionales si el europeo está intervenido.
Además este país señala que desvincular el precio del gas y al de la luz "quita incentivos a los productores de renovables" y el efecto colateral sería dañar los avances en energía solar, eólica o de hidrógeno.
Con estos mimbres, se espera que la cuestión de la energía cope la cena de la líderes de la UE el próximo jueves y la reunión se alargue hasta bien entrada la madrugada, ante la intención declara de Sánchez y otros dirigentes europeos de que la UE tome ya cartas en el asunto con medidas urgentes para frenar el auge de los precios.
Para Sánchez, la UE no debe posponer la toma de decisiones y la situación requiere de medidas rápidas y urgentes que permitan limitar el impacto en ciudadanos, empresas e industria, según está trasladando a los socios comunitarios en su gira.
España y Portugal ya han anunciado que propondrán un limite de 180 euros al precio del gas y, en todo caso, no han cerrado la puerta a tomar medidas por su lado, si bien, la vicepresidenta del Gobierno responsable de la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha avisado de que el "peor escenario posible" es tener 27 soluciones distintas para atajar un problema compartido en la UE.