Estreno hoy esta sección hecha a mano, como una niña con zapatos nuevos llena de ilusión y con la preocupación de no decepcionarles.
Cuando se me planteó hacer este sueño realidad inmediatamente vino a mi cabeza la figura de Pigmalión. ¡Qué bella historia la que nos contó Ovidio! ¿Podía ser cierto que esto me estuviera pasando a mí?
Para aquellos que no recuerdan o desconocen la historia les refresco la memoria. Pigmalión prometió que no se enamoraría de ninguna mujer que no fuera perfecta y tal fue así que la única manera que tuvo de encontrar esa perfección fue esculpiéndola él mismo en mármol. Cuanto más la miraba más se enamoraba, la cubría de besos, la vestía, la abrazaba, hasta que un día la diosa Venus al ver el amor que le profesaba la volvió humana. Esa escultura convertida en carne y hueso se llamó Galatea.
La moraleja de esta historia es el poder que tienen las expectativas sobre la persona en la que las proyectas. Empezamos a modificar nuestra conducta de forma inconsciente y nos terminamos convirtiendo en lo que los demás creen que somos.
A lo largo de mi vida me he encontrado con algún Pigmalión, pero con muchas estatuas de mármol esperando convertirse en Galatea. Es triste, pero es así, estamos rodeados de una cantidad de materia en potencia que no sabe de lo que es capaz de llegar a ser, que por no ser, no son ni capaces de convertirse en su propio Pigmalión. La modestia está sobrevalorada y la autoestima mal vista, así nos va. Debemos proyectar esas expectativas en nosotros mismos, darnos cuenta de que somos todo lo que queramos ser, sólo necesitamos proponérnoslo y ponerlo en acción. Miremos dentro y busquemos lo mejor que tenemos para sacarlo fuera. Reconozcamos en qué somos buenos y verbalicémoslo sin pudor, haremos realidad aquello de lo que somos capaces.
Creo que ante la crisis actual, necesitamos más que nunca trabajar este efecto Pigmalión sobre nosotros mismos y dejar a un lado la autocompasión y la debilidad.
Yo ya lo he decidido y está ocurriendo. Es maravilloso ver cómo se convierte la materia en algo que ni en tus mejores sueños podías imaginar. Pero no tenemos por qué elegir, sé siempre Pigmalión y déjate querer como Galatea.
Gracias por su lectura.
Trinidad Guía Sánchez es Llcenciada en Ciencias Económicas, Máster en Dirección y Administración de Empresas y Experta en Ventas.
@GuiaTrinidad Linkedin: Trinidad Guía