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tribuna política / OPINIÓN

Peajes sangrantes

15/05/2021 - 

MURCIA. Empiezo por lo importante: en la Región de Murcia no nos estamos planteando, ni por un momento, cobrar peaje por la utilización de las carreteras regionales. Y en estas líneas trataré de explicar por qué esta medida es un completo despropósito, se mire por donde se mire.

El debate sobre el mantenimiento de las infraestructuras está abierto y es necesario, puesto que se deterioran a un ritmo bastante elevado, mientras cada vez cuesta más que se reserven presupuestos ordinarios hacia actuaciones de esta naturaleza. La presión social empuja a todas las administraciones, no solo aquí, en toda Europa, a concentrar los esfuerzos presupuestarios en políticas más sociales como la educación o la sanidad. Por eso los encargados de las infraestructuras estamos preocupados en buscar fuentes de financiación que permitan conservarlas para que presten sus servicios en unos niveles adecuados. De ahí que la patronal de los constructores, SEOPAN, pusiera sobre la mesa la propuesta de generar ingresos por uso, para que pudieran ser destinados directamente al mantenimiento de la propia infraestructura. Podría tener sentido.

Pero esto no es lo que ha planteado el Gobierno de Pedro Sánchez. Han tomado esta idea y, fieles a su costumbre, la han tergiversado por completo. Y además han elegido el peor momento posible.

En el momento en el que nos encontramos, saliendo de una pandemia mundial y con una crisis económica enorme (aunque no se aprecie toda su crudeza por las medidas de doping que la mantienen soterrada), lo que menos necesitamos es un impuesto indiscriminado, confiscatorio e injusto. Una pesada losa que lastrará cualquier atisbo de recuperación, haciéndola más difícil. Y no olvidemos que eso se nota en la vida de todos y cada uno de nosotros.

Un peaje como el planteado es profundamente injusto, porque se aplica a todos los ciudadanos sin discriminar por niveles de renta. Quien circula por una carretera no lo hace porque quiere, sino porque lo necesita. Y ahora se le quiere penalizar por ello. De hecho, afecta a los que están más lejos que son, precisamente, los que tienen más dificultades para competir. En lugar de avanzar hacia la cohesión territorial, esta medida va justo en la dirección contraria, hacia incrementar el vaciado de la España más rural. Las carreteras se construyen para acercar, y este peaje solo sirve para alejar. No olvidemos que se suman a los elevados impuestos que cargan los combustibles, a los impuestos sobre los vehículos, etc.

Y todo ello por no hablar de cómo afecta a los costes de nuestros productos, que se sobrecargan con unos gastos adicionales de transporte, totalmente prescindibles, que acabarán repercutidos en los precios, así que los consumidores volveremos a pagar el peaje cuando vayamos al supermercado. Y encima estos productos estarán más lastrados a la hora de competir con los productos de otros lugares. Es tan evidente que asusta pensar cómo lo pueden obviar con tanta tranquilidad.

La única explicación posible es que lo que buscan es, sencillamente, hacer caja a las bravas. Se sacan de la manga este impuesto confiscatorio, con fines exclusivamente recaudatorios, para financiar los variados dispendios en los que llevan incurriendo desde que Pedro Sánchez se encaramó a la Moncloa. ¿O es que nadie se acuerda ya de los "viernes sociales" en los que tiraba dinero desde helicópteros, en las semanas previas a las elecciones? Pues esos excesos ahora hay que pagarlos ¿Y quién va a hacerlo? ¿Los ricos? No, usted y yo. Todos y cada uno de nosotros.

Y que no nos cuenten la milonga esa de "quien usa, paga" en analogía al “quien contamina paga”, no vaya a ser que a alguien le dé por extrapolarlo a otros servicios públicos y se empiece a plantear que pague todo aquel que usa la sanidad, o todo aquel que lleva sus hijos al colegio. Los planteamientos hay que hacerlos con un poco más de seriedad y, ya que estamos, con un poco más de diálogo y búsqueda de consensos, que anunciar esta medida el día después de un proceso electoral, y a modo de trágala, recuerda a otros regímenes más propios de otros tiempos.

Pues nosotros no somos así. En la Región de Murcia tratamos el dinero público con todo respeto, así que no nos dedicamos a esparcirlo como si creciera en los árboles, sabemos lo que cuesta obtenerlo. Pero es que además no nos gusta adoptar soluciones simplistas para problemas complejos, nos estudiamos las cosas con un poco más de profundidad. Y, sobre todo, pensamos en lo que necesita el ciudadano en los difíciles tiempos en los que estamos.

Así que, para que lo tengan claro, en la Región de Murcia no vamos a imponer peajes en nuestras carreteras. Aquí bajamos impuestos, no nos dedicamos a machacar al contribuyente.

José Ramón Díez de Revenga Albacete 

Consejero de Fomento e Infraestructuras

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