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El periodista publica 'Almodóvar. Una retrospectiva' con la editorial Blume

Pau Gómez: "Almodóvar quería rodar en inglés, pero sin moverse un milímetro de su discurso"

El periodista publica Almodóvar. Una retrospectiva (Blume), un viaje por la filmografía del manchego con material inédito y la colaboración de Antonio Banderas y Cecilia Roth

19/10/2024 - 

MURCIA. Aunque el Diccionario de la Lengua Española (DLE) todavía no recoge el término ‘almodovariano’, como sí hace desde 2020 con ‘berlanguiano’ en alusión al valenciano Luis García Berlanga, no cabe duda de que en algún momento llegará su inclusión. Y es que aunque todavía no sea oficial, el director Pedro Almodóvar se ha convertido sin duda en un adjetivo más del vocabulario español, una palabra que se usa -a veces con ligereza- para definir aquello que podría integrarse en el vibrante universo del cineasta, un universo que le ha valido varios Premios Goya, dos Óscar o, recientemente, el León de Oro del Festival de Venecia, entre otros reconocimientos. 

Este pasado viernes, precisamente, ha abierto una nueva puerta a ese mundo, en este caso la de La habitación de al lado, su primer largometraje en inglés, una historia protagonizada por Julianne Moore y Tilda Swinton, con quien ya trabajó en La voz humana, en la que explora la mortalidad. Pero, antes de visitar esta nueva casa, de sentarnos en sus mullidas butacas y curiosear por su biblioteca, toca revisar las viviendas que ha habitado antes el manchego, un viaje que, en este caso, guía el periodista especializado en cine y gestor cultural Pau Gómez. 

El valenciano ha publicado de la mano de la editorial Blume el libro Almodóvar. Una retrospectiva, en el que, a partir de un profundo trabajo de investigación y con material inédito de los propios fondos de El Deseo, reconstruye película a película ese universo que, en este caso sin ninguna duda, da sentido a la palabra ‘almodovariano’. El libro, todo un ejemplar de coleccionista, recompone como si fuera un puzzle la trayectoria del manchego diseccionando las temáticas que atraviesan sus películas, su estética y referentes o los entresijos de unos rodajes que no siempre han sido sencillos. 

Genio, artista, jefe, rupturista, solitario o eufórico, todos los Pedro Almodóvar se dan cita en la publicación de Pau Gómez, que teje una obra que cuenta, además, con dos firmas invitadas bien especiales, la de los actores Antonio Banderas y Cecilia Roth, con quienes ha trabajado en numerosas ocasiones y que son los encargados de poner los paréntesis al libro con el prólogo y el epílogo. 

-¿Qué le ha sorprendido de Almodóvar en el proceso de esta investigación?
- Creo que lo que más me ha sorprendido es la coherencia. Aunque yo había visto sus películas antes, analizar y estudiar la filmografía de Pedro de manera cronológica y de una tacada te permite darte cuenta de la coherencia que tiene su cine. Es una cosa increíble y que no se aprecia prácticamente en ningún director de la actualidad. Se ha mantenido absolutamente fiel a una sensibilidad desde hace 44 años, cuando empezó a dirigir películas, tiempo que ha tardado en marcharse de España a rodar una película en Nueva York, cuando ha tenido mil oportunidades. Almodóvar ha creado un universo artístico muy grande y se ha quedado a vivir en él. Es una persona entregada a su personalidad, a su mirada, y luego a su público. Pensaba encontrar un autor, pero no un autor tan global. 

"Su coherencia es una cosa increíble y que no se aprecia prácticamente en ningún director de la actualidad" 

- Sobre su evolución escribe Cecilia Roth en el libro: “Todo lo que hacíamos entonces estaba lleno de alegría y futuro […] Sin embargo las cosas que nos pasan ahora son otras, y creo que Pedro ha tenido la enorme valentía de rodar siempre aquello que en ese instante necesita contar”, ¿en qué punto está ahora?
- Su evolución va con la edad. El Pedro joven, el de la Movida, es una persona eufórica por ese estallido de cultura que se está viviendo en Madrid al caer la dictadura, un estallido del que él, además, es una piedra angular. Eso se traslada a su cine, que es absolutamente provocador, festivo y divertido, una celebración tras 40 años de oscuridad en España. Luego va evolucionando con la edad, algo que se ve muy claro conforme van avanzando sus películas. Al final te acabas dando cuenta de cómo se va formando un artista, que evidentemente tiene un cenit con el díptico de Todo sobre mi madre y Hable con ella. Ahí toca el cielo, sin desmerecer lo que viene después. 

- Precisamente cuando ha intentado volver atrás en el tiempo, como con Los amantes pasajeros, no ha llegado a cuajar.
- Hablaba Cecilia de la alegría y la tristeza y, curiosamente, cuando el público le pidió que volviera a ser alegre no terminó de funcionar. Yo creo que no se sentía a gusto, estaba haciendo algo que estaba fuera de su momento y eso se nota en la película. A todos los que nos gusta Pedro estamos de acuerdo en que es una de sus peores películas, no se puede comparar a ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, por poner otra comedia social como ejemplo. Al final, a Pedro, el cine y la vida le han llevado hasta donde está ahora. Es decir, a hacer una película sobre una mujer que quiere morir, una película sobre la amistad, donde el amor o el desamor, que son dos temas específicos de su cine, ya no son tan importantes, un cine donde se pasea mucho y donde reflexiona sobre la vida. A mí eso me gusta mucho, porque Pedro siempre se ha proyectado en sus creaciones y lo sigue haciendo.

- En Dolor y gloria tenemos, quizá, el ejemplo más explícito, de ella se ha dicho que era una "biografía" o “autoficción".
- Él esquivaba mucho estas palabras, nunca ha reconocido abiertamente que sea una película biográfica, pero realmente lo es. Todos los grandes directores acaban rodando una película sobre su vida, tenemos casos como Belfast de Kenneth Branagh o Los Fabelman de Spielberg, y Dolor y gloria es el legado o la historia cinematográfica de Pedro Almodóvar. Esa película, además, marca muy bien el momento en el que se encuentra físicamente, y también el reencuentro con Antonio Banderas, más allá de La piel que habito, como su proyección en la pantalla. Es maravilloso ver como cada una de las personas que han formado parte o forman parte de su vida tienen su representación en la película. Desde aquel amante que fue el personaje de Leonardo Sbaraglia hasta la fiel ayudante que es Nora Navas, que es una persona que existe de verdad que se llama Lola García. Es maravilloso ver cómo todo el universo de El Deseo y hasta la casa donde vive el personaje de Banderas se traslada a la pantalla. 

- Mencionas a lo largo del libro, y es algo que él no esconde, las inspiraciones de Almodóvar, desde esa Penélope Cruz en Volver que se mira en Sophia Loren o Anna Magnani, a sus numerosas referencias a distintos cineastas. 
- En sus películas ves el poso de un hombre muy cinéfilo que, conforme va abordando otros géneros más allá de la comedia, se entrega mucho a sus maestros. No le importa hacer mil referencias a sus películas favoritas, curiosamente casi todas anglosajonas. A la hora de componer el personaje de Penélope Cruz en Volver son fundamentales esos referentes neorrealistas. Él es un enamorado del cine en el sentido más global, le encanta desde Hitchcock hasta el melodrama de Douglas Sirk, y, además, lo convierte en algo totalmente natural en su obra, nombrando a sus referentes, como cuando habla de Eva al desnudo o hace toda una película en torno a Un tranvía llamado deseo. Almodóvar toma esas referencias y las lleva a su universo, está totalmente ensamblado. Todo está nombrado, lo hace explícito, y al mismo tiempo lo hace suyo.

- La presentación de esta retrospectiva coincide con el estreno de su primer largometraje en inglés, ¿por qué cree que su mirada despierta tanto interés fuera de España? 
- Mucha gente que nunca ha estado en España tiene la sensación de conocer España gracias al cine de Almodóvar y eso es una herramienta maravillosa de la que creo que todavía no somos conscientes. Que Almodóvar sea más venerado en Francia o Italia que en España es el mundo al revés, no tiene ningún sentido. Fíjate que yo soy berlanguiano y admiro mucho el legado de Buñuel, pero creo que Pedro es el mejor director de la historia del cine español y, además, el mejor embajador de la cultura española y su cine. En sus películas tienes a folclóricas, toreros, travestis, fervor religioso y muchísimas referencias al modo de vida de los españoles y eso, visto desde fuera, con el toque grotesco que siempre da a sus personajes, es fascinante. Ven a Almodóvar como al retratista de un país, del mismo modo en que nosotros vemos a Woody Allen como el retratista de Nueva York. 

"Mucha gente que nunca ha estado en España tiene la sensación de conocer España gracias al cine de Almodóvar"

En el caso de La habitación de al lado, sigue siendo una película muy suya, aunque sea en inglés. Creo que era una espinita que tenía clavada desde hace mucho tiempo, desde antes incluso del 'gatillazo' con Cate Blanchett. Desde los 90 le han estado ofreciendo proyectos interesantes, como Brokeback Mountain. Él quería rodar en inglés, pero sin moverse un milímetro de su discurso, lo que hace que está película sea totalmente de él. 

-Precisamente en el prólogo, que escribe Antonio Banderas, le agradece lo que ha hecho por el cine español "aunque a veces cueste tanto reconocerlo”, ¿por qué?
-Es un personaje que ha despertado muchísima admiración, y la sigue despertando, pero también animadversión, porque se atreve a hacer cosas con su cine o a hablar de cosas de las que nadie se atreve o le interesa hablar. Por ejemplo, el franquismo que está muy presente en su cine, pero de una manera muy velada. Él siempre ha dicho que su manera de criticar el franquismo ha sido hacer en sus películas como que nunca ha existido, salvo en Carne trémula y Madres paralelas. Almodóvar es una persona con unas ideas políticas muy marcadas que las ha extrapolado a su cine de una manera totalmente admirable y eso te puede generar muchos amigos pero también enemigos. Es una persona muy comprometida con la política de su país.

- También menciona Banderas su "sistema de trabajo el largo y complejo”, ¿cómo diría que es ese método?
- Almodóvar es un artista que lo da todo hasta tal punto que exige que des lo mismo. Y esto es muy difícil. Ha conseguido encontrar almas gemelas como lo fue Carmen Maura o Penélope Cruz durante muchos años, pero también eso le ha provocado disputas importantes con actores que no llegaban a ese nivel de exigencia que él requería. En el libro hablo de lo que pasó con Jorge Sanz, que es público y notorio, o lo que pasó con Gael García Bernal, que tuvieron que parar el rodaje una semana para que se recompusiera emocionalmente, sobre lo que él no se ha pronunciado pero tampoco lo ha desmentido. 

"almodóvar es consciente de que ha llegado el momento de preparar su legado"

- Una de las cuestiones que las que pone el foco el libro son esos temas que atraviesan toda su filmografía, como la representación LGTB, especialmente en los años 80 y 90, ¿en qué medida es importante?
- A nivel cinematográfico como John Waters o, incluso, más importante. Fueron dos figuras fundamentales para hablar de una realidad, la realidad queer, que no existía en las películas, que se obviaba totalmente. Imagina, además, en el cine español que venía de una dictadura. Lo que hizo Pedro fue absolutamente rompedor. Y se queda corta esa palabra. Él hacía un cine con relaciones homosexuales, personajes trans, lo que para mucha gente entonces era escandaloso. Ahora, con la madurez, ha dejado ciertos temas de los que creo que habló cuando tuvo que hablar, entre ellos también la maternidad, y se enfoca mucho más en la muerte, aunque siempre los acaba entrelazando. De hecho, en Dolor y gloria lo recuperó, aunque de una manera mucho más pausada, hablando de las relaciones pasadas de su protagonista, con una naturalidad maravillosa que solo se ha conseguido gracias a directores como el propio Almodóvar. 

Al final, Almodóvar siempre habla de los temas que a él le apetece hablar en cada momento, por eso la muerte es el gran tema de La habitación de al lado. Es consciente de la edad que tiene y es consciente de que ha llegado el momento de preparar su legado y por eso, creo yo, también ha querido rodar en inglés, porque dentro de ese legado que va a dejar a las generaciones que están por venir, que él sea capaz de demostrar la misma sensibilidad con el castellano que con el inglés y que el público dentro de muchos años sea capaz de apreciarlo es algo que le deja la conciencia muy tranquila. 

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