Lo hicimos con los ingredientes de la(s) Paella(s) Valenciana(s), con la importancia (o no) del agua del grifo de València, el verdadero uso del limón y la diferencia entre colorante artificial y abiertamente perjudicial para la salud, y el auténtico Azafrán de la Mancha, que además de nuestro, sabroso, saludable y regulado con Denominación de Origen Protegida, es por ejemplo lo que permite a un celiaco poder disfrutar una paella valenciana sin miedo alguno.
Resueltos los entuertos de ingredientes y aspectos de elaboración, nos centramos en un mito que alimentaba un delirante cliché: “en València ciudad no se puede comer una buena paella” tiramos del hilo de y lo que fuimos encontrando fue templo tras templo, auténticas joyas paelleras que merecían ser reconocidas, ya no por los turistas, sino por los locales.
Ese fue el germen de la Semana de la Paella, el momento en el que un buen puñado de santuarios paelleros ofrecían un menú de paella para que de una vez por todas, los locales nos convenciéramos de las excelentes arroces que podemos encontrar sin salir de la ciudad.
El momento ideal para que en tu paella del fin de semana de San Juan en la Malvarrosa, te asegures un buen arroz y no alguno de esos paellafails
Con esta III Semana de la Paella que empezó ayer, vuelva la oportunidad perfecta para descubrir que hasta el próximo 30, en tu paseo del fin de semana por Ciutat Vella o por el parque de Cabecera, puedes tomar una paella valenciana de 10 en sitiazos como la Cigrona en el Carme o en El Levante en Maestro Rodrigo.
O que si lo tuyo es l’Albufera, en la Sequiota, Casa Borrás o la mítica Casa Carmina van a estar encantadas de mostrarte los matices de las paellas dels Poblats del Sud.
El momento ideal para que en tu paella del fin de semana de San Juan en la Malvarrosa, te asegures un buen arroz y no alguno de esos paellafails con saborizantes que abundan en el paseo, y reserves mesa en Casa Ripoll o La Herradura, míticos restaurantes con generaciones de hosteleros a sus espaldas.
La semana en la que si no eres tan de toalla y bañador, pero no quieres perder de vista el mar, las paellas de La Marítima o Marina Beach van a ser una muy buena razón para dejarte con la boca abierta, además de sus vistas y su ambiente.