PABLO LÓPEZ HIZO VIBRAR A LA PLAZA DE TOROS DE MURCIA

La nueva normalidad con las viejas emociones en el concierto del hombre del piano

31/07/2020 - 

MURCIA. El contacto, las celebraciones, el bullicio, los gritos, la cercanía, las fiestas, las reuniones… Muchos son los anhelos que guardamos de cuando se podían compartir momentos sin preocupaciones en aquella, ya tan lejana, vieja normalidad. Ahora, la realidad es otra. Las mascarillas y las distancias son símbolo de seguridad, pero se han recuperado algunas pequeñas cosas, que son las que al final nos llenan, en esta nueva normalidad. Un ejemplo de estas pequeñas cosas que nos infunden energía, positividad y fuerza para continuar esta batalla son los conciertos, un espacio en el que, al igual que en el cine o en el teatro, compartimos sentimientos y emociones con otras personas, que probablemente guarden muchas diferencias con nosotros, pero que tienen en común la pasión por la música y vibran al mismo tiempo.

Anoche en la Plaza de Toros de Murcia, el escenario no era el habitual que solíamos ver en la antigua realidad. Sin embargo, la ilusión y las ganas eran las mismas. Mascarilla en todas las caras y las distancias requeridas, todos sentados, sin el tumulto de siempre y expectantes por la salida de Pablo López al escenario, que salió al aplauso de todos poco pasadas las 22h para fundirse con su piano.

Directamente, sin más dilación, se sienta al piano y comienza El camino, aquel tema que sonaba en Rumbo a Vietnam y que inicia, en este caso, el comienzo de un viaje emocional a través de sus canciones. A partir de este momento, el público olvidará por un par de horas aquello que les ronda la cabeza en su día a día, es el camino a la evasión. Después de abrir el camino, llega el turno de Tu enemigo, "tus manos son mi bandera y yo tengo de frontera una canción". Esta canción despierta sensibilidades, quizá más en estos momentos, busca alcanzar la comprensión en aquellos que todavía no entienden que las vicisitudes de la vida pueden llevarte a huir e intentar labrarte un futuro mejor en otro país. Sin duda, un canto a la paz y la fraternidad.

"Todavía se siente el calor de aquel amor que no pudo ser, la falta de correspondencia, la busca de culpabilidades y la frustración, los whatsapp ya no se contestan y las llamadas no se responden”, dice el cantante. Este sentimiento de decepción y desasosiego es todo lo que representa Te espero aquí, tema con el que Pablo López reconoce haber expresado la historia de su propio desamor. No podía faltar la canción que le llevó a ser Disco de Oro y que se convirtió en uno de sus primeros éxitos, Viun tema en el que se desgañita contándonos su andadura e incursión en el mundo musical cuando comenzaba a tocar el éxito. En contraste, llega una melodía que habla ya desde el éxito y el reconocimiento, Mamá no, "me conocen por culpa del aire", dedicada a los que juzgan o dicen conocer al artista a raíz de su popularidad musical.

Puede que el calor, o quizá la energía y el énfasis del artista en el escenario, le provocan cierto agotamiento y se ve obligado a retirarse durante unos minutos para recomponerse. No obstante, vuelve de nuevo con las pilas cargadas para seguir haciendo disfrutar a los asistentes con su torrente de voz y trae El mundo como si nada hubiera sucedido. El artista pide alude al público y les pide canciones, se oyen gritos con distintos títulos, finalmente, se decanta por Mi gato, y consigue crear un ambiente melancólico y romántico alrededor de la Plaza de Toros, que continúa con Lo saben mis zapatos, la que acaba cantando todo el público a coro con él. 

Es el momento de cambiar de tercio con un tema más enérgico y, por supuesto, más renovado, se trata de su último single Mariposa, que levanta al público tras el término de la actuación y que es, sin duda alguna, uno de los momentos más movidos  de la noche.

El final se acerca y todavía no han sonado dos clásicos en la carrera del músico malagueño, Hijos del verbo amar El patioAsí, derrocha voz, incluso quita el micrófono, y sorprende dejándose el último aliento al final de Hijos del verbo amar. Entonces llega la aclamada, la canción que ha emocionado y que no ha dejado indiferente a nadie cuando el artista la ha interpretado en algún directo o programa de televisión. El patio, es el colofón final con la voz de Pablo López sin micro, solo su piano y él, el culmen a casi dos horas cargadas de emociones de mano del hombre del piano. 

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