MURCIA. El asalto del cine español en los Oscar no ha podido ser. Ni Penélope Cruz, ni Javier Bardem, ni Alberto Iglesias se han podido alzar con el premio al que optaban. El palmarés, que en los últimos días se había vuelto imprevisible, ha decantado la balanza finalmente a CODA, la adaptación de la francesa La familia Bélier, que no contaba ni mucho menos con la unanimidad de la crítica especializada. La historia de una familia de sordos ha acabado imponiéndose a El poder del perro, que hasta hacía tan solo unas semanas era la gran favorita para alzarse con el gran premio.
Finalmente, este western sobre la violencia familiar y la masculinidad se ha tenido que conformar con el galardón a su directora, Jane Campion. Una película que partía de 12 nominaciones y que había conseguido aglutinar más consenso de público y prensa de lo que ha quedado reflejado en la lista final de premiados. A la contra, CODA ha sido al gran sorpresa de la noche al hacer pleno en sus tres nominaciones —Mejor Película, Mejor Guion Adaptado y Mejor Actor Secundario (Troy Kotsur)—.
Belfast también sonó como una de las favoritas de la noche, si bien sus expectativas se han ido desinflando conforme se iba acercando la gala. Aún así, Kenneth Branagh ha conseguido alzarse con el premio a Mejor Guion Original con la historia sobre el conflicto norirlandés visto desde los ojos inocentes de un niño. Un relato al que el propio Branagh ha podido salpicar de vivencias personales y del recuerdo de esa convulsa época en su ciudad natal.
El momento que sin duda han dado más que hablar ha sido en el que Will Smith ha propinado una bofetada a Chris Rock después de que este hiciera una broma sobre la alopecia de Jada Pinkett, la mujer de este, en su monólogo. “Manten el nombre de mi mujer fuera de tu puta boca”, le ha espetado el actor tras subirse al escenario de manera espontánea para pegarle. El presentador no ha escondido su sorpresa y varios medios acreditados se han hecho eco de que Denzel Washington ha intentado mediar durante una pausa. Cuando ha ganado el premio a Mejor Actor, Smith ha hecho alusión a su agresión tras centrar su discurso en “la necesidad de proteger a mi gente”, pidiendo disculpas a la Academia y a sus compañeros nominados.
El episodio, sin precedente en la historia de los premios, ha levantado obvias críticas, aunque Amy Schumer, co-presentadora de la gala, no ha dejado de hacer bromas sobre el momento. El discurso de Smith, diciendo al ganar que sus lágrimas no son por el premio recibido ha sido aplaudido en las butacas del Dolby Theatre. La Academia de Cine, por su parte, ha tuitado que "no aprueba la violencia de ninguna forma" y que "es el momento de celebrar a los ganadores".
La tensión ha acabado apartando una gala en la que se pretendía dar visibilidad a las voces femeninas, afroamericanas y queer. Ha destacado, por ejemplo, el premio a Mejor Actriz Secundaria a Ariana DeBose, afrolatina y homosexual, que ha aprovechado su discurso para reivindicar precisamente el techo de cristal que estaba rompiendo.
El guion estaba diseñado para dar comunicar que la Academia se está poniendo las pilas en cuestiones de representación, pero la agresión a Chris Rock ha acabado tapando cualquier intención.
Después de que la gala del año pasado, en contexto pandémico, decidiera prescindir de una presentación protagonistas, este años Amy Schumer, Wanda Sykes y Regina Hall, han tomado el testigo más que correctamente aunque con un peso muy relativo.
La gala ha buscado ser icónica subiendo al escenarios a protagonistas de efemérides en este 2022, como el aniversario de El padrino o Pulp Fiction.
Smith, por cierto, ha ensombrecido la propia categoría a Mejor Actor, que ha arrebatado al español Javier Bardem por su interpretación de Desi Arnaz en Being the Ricardos. El Oscar a Smith, que daba vida a Richard Williams era uno de los más claros de toda la noche. Bardem no ha podido dar la sorpresa.
Jessica Chastain ha sido la ganadora en la categoría a Mejor Actriz por Los ojos de Tammy Faye, dejando así sin premio a Penélope Cruz por su papel en Madres paralelas. La actriz de Alcobendas sí partía con muchas posibilidades y era la única de la categoría que rompía la barrera de representar una película internacional. La interpretación de Chastain en el biopic de Tammy Faye, al igual que la de Smith en El método Williams, sostenían el film que representaban, sin muchas más opciones en otras categorías. Todo un clásico de los Óscar: premiar a actores y actrices por volver a dar vida a personajes reales.
Hans Zimmer, por su parte, la ha arrebatado la estatuilla a Mejor Banda Sonora a Alberto Iglesias, nominado por Madres paralelas. El premio, uno de los que se entregaron fuera de la gala, ha acabado recalando en el que era el favorito en las apuestas previas. Su trabajo en Dune, que acompaña el también premiado y envolvente diseño de sonido, le ha valido su segundo Oscar desde El rey león. Dune, por cierto, ha cumplido lo esperado al arrasar en las categorías técnicas alzándose con seis galardones y convirtiéndose así en el film más premiado de la noche.
Pero por encima de las derrotas está también el Oscar a Mejor Cortometraje de Animación histórico que ha conseguido el director español Alberto Mielgo por El limpiaparabrisas, un collage de microhistorias que intentan responder a la pregunta “¿qué es el amor?”. Es la primera vez que el cine patrio consigue una estatuila en una categoría del formato corto en la historia de los Óscar.