MURCIA. Un Cemop, un líder nuevo y un sprint de un año para las elecciones. ¿Se repite la historia? Es el mayor deseo de los socialistas. En junio de 2018, a falta de once meses para los comicios, las perspectivas no podían ser peores para el PSRM-PSOE. El barómetro del Cemop auguraba un pésimo resultado: apenas 9 escaños. Ciudadanos, entonces en la cresta de la ola, era el flamante ganador de la encuesta, con 16 representantes, seguido de un hundido PP con 13. El PSOE, que en el otoño de 2017 estrenaba un desconocido secretario general, Diego Conesa, encaraba la carrera electoral en posición de desventaja. Pero todo cambió precisamente en ese mes de junio de 2018. Pedro Sánchez desbancaba a Mariano Rajoy de La Moncloa con una moción de censura. Poco después Vox, a la sazón un susurro allende la derecha, comenzó a colarse en el discurso nacional, fragmentando el voto conservador. El socialismo regional, aupado desde el Gobierno central, levantó el vuelo. Una movilización histórica y una división a tres bandas en el centro derecha convirtieron en realidad lo que parecía un milagro: en mayo de 2019 el PSRM ganaba las elecciones autonómicas en la Región de Murcia por primera vez desde 1991.
El PSOE revive ahora un escenario parecido, con sus matices. El primer Cemop ya con José Vélez al frente del partido no ha dejado un panorama muy halagüeño: 15 escaños, lejos de los 23 de la mayoría absoluta. Cierto es que rompe el estancamiento de los últimos sondeos de la era Conesa, instalados en los 14 diputados. Pero si el PSOE quiere volver a ser la primera fuerza electoral, tendrá que remangarse. Y más cuando su aliado natural, Unidas Podemos, no le da para la suma, con apenas 3 representantes. Y Ciudadanos, otro posible socio, aguarda peores expectativas: el Cemop pronostica su desaparición si hoy hubiera cita con las urnas.
Pero en Princesa, el cuartel general de los socialistas, no cundió el desánimo al conocer la encuesta. Todavía hay tiempo, sostienen. El partido está convencido de que pueden remontar. El mensaje del portavoz parlamentario, Francisco Lucas, no pudo ser más optimista: "El PSOE de Pepe Vélez sigue creciendo y avanzando", proclamó el jefe de la oposición a López Miras en la Asamblea. "Seguimos trabajando y vamos a gobernar la Región en 2023 para mejorar de verdad la vida de las personas de nuestra tierra", apostillaba, exultante.
Para que sus deseos se cumplan, los socialistas deben ganarse la confianza de los murcianos indecisos. Ir más allá de sus fieles. Los politólogos del Cemop consideran que el PSOE tiene una bolsa de 50.0000 electores desmovilizados. Interpelarlos, sacarlos de su letargo, es el gran reto. En 2019 obtuvieron más de 211.00 votantes. Fue histórico para una formación que había encadenado derrotas desde 1995. Ganaron 58.000 votantes con respecto a 2015. Y adelantaron al PP por apenas medio millar de papeletas. La distancia definitiva entre socialistas y populares se agrandaría finalmente con el voto extranjero (CERA), tradicionalmente en manos del PSOE.
Un factor clave es el cabeza de lista. Aunque es tradición en el PSRM celebrar primarias, se da por hecho que el candidato será el actual líder, José Vélez. La visibilidad es fundamental, máxime cuando su rival goza de su mejor momento en ese aspecto: es conocido por el 94% de los ciudadanos. En este grado de conocimiento, similar al de los políticos nacionales, han influido sin duda sus cinco años al frente del Gobierno regional, viviendo especialmente momentos tan relevantes como una pandemia, confinamiento incluido. En cambio, Vélez tiene un grado del 28%, según la encuesta. Poco bagaje para el delegado del Gobierno, quien desde 2014 hasta 2020 fue alcalde de Calasparra. Pero tampoco Conesa mantenía unos niveles altos de conocimiento, y él también fue alcalde (en su caso de Alhama de Murcia) antes de llegar a la Delegación.
El PSOE debe crecer, pero sus adversarios también tendrían que flaquear. O que suceda la opción que muchos prefieren en el socialismo pero que nunca afirman en público: que la derecha se divida. Si Vox sigue creciendo, el PP se resiente. Y si hay un territorio fértil para las ideas de Santiago Abascal es la Región. Es la gran ironía de la izquierda: combaten a la ultraderecha... a sabiendas de que su existencia debilita al PP. "El PSOE es la única alternativa para mejorar la Región de Murcia, así como la única opción seria y fiable ante la ultraderecha y el populismo de Vox y el PP", aduce Lucas cuando le preguntan por las elecciones.
Un año en política es un mundo. Todo puede ocurrir. Y más en tiempos volátiles como los actuales. La experiencia de 2018 está grabada a fuego como ejemplo a seguir. Y no hay otro objetivo que gobernar en 2023: "Tenemos un proyecto ganador para sacar a la derecha de las instituciones", repite a menudo José Vélez. La operación remontada ya está en marcha.