MADRID (EP). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado una décima al alza su previsión de crecimiento para España en 2024, que estima ahora en el 1,5%, después de la expansión del 2,5% en 2023, mientras que mantiene la expectativa de un rebote de la actividad hasta el 2% para 2025.
La actualización de las previsiones de la OCDE mantiene a España como la gran economía de la zona euro que mejor comportamiento registraría este año y el siguiente, siendo la única que ha visto revisada al alza su previsión de crecimiento para 2024.
Para el conjunto de la eurozona, el 'think tank' de las economías más desarrolladas anticipa ahora un crecimiento del 0,6% en 2024 y del 1,3% en 2025, lo que implica un empeoramiento de tres y dos décimas, respectivamente.
La peor marcha esperada de la zona euro refleja la revisión a la baja de las previsiones para Alemania, hasta el 0,3% este año y el 1,1% el siguiente, cuando anteriormente esperaba una expansión del 0,6% en 2024 y del 1,2% en 2025.
De su lado, Francia también ha visto recortada su estimación de crecimiento al 0,6% en 2024, dos décimas menos, mientras que se mantiene la de 2025 en el 1,2%. En el caso de Italia, la OCDE ha confirmado sus previsiones para los dos años, en el 0,7% en 2024 y el 1,2% en 2025.
Previsiones de inflación
En cuanto a la inflación, la OCDE ha rebajado en cuatro décimas la subida esperada de los precios en España en 2024, hasta el 3,3%, aunque ha elevado hasta el 2,5% desde el 2,3% la proyección de 2025.
Además, la tasa de inflación subyacente de España debería relajarse en 2024 al 2,7% desde el 4,1% de 2023, cuatro décimas menos de lo esperado previamente, mientras que en 2025 se situaría en el 2,1%, una décima por debajo de la proyección anterior.
En el caso de la zona euro, la tasa de inflación general se situaría este año en el 2,6%, frente al 2,9% anticipado previamente, y se relajaría en 2025 al 2,2%, una décima menos de la previsión anterior.
La tasa subyacente de la eurozona bajaría en 2024 al 2,6%, medio punto porcentual menos, y en 2025 al 2,2%, una décima menos de la previsión precedente.