Nuevo curso, viejos problemas

MURCIA. Para las familias con hijos en edad escolar septiembre es un mes de ajetreo. Los primeros días hasta que cogen el ritmo pondrían a prueba la paciencia del santo Job: libros, ropa, mochilas, material, mascarillas… y levantarlos temprano después del verano sin madrugar.  

Por su parte, para el sufrido profesorado, este septiembre también es duro. Se enfrenta a una Consejería insensible y desconocedora del valor de educar y a una nueva ley educativa con el estrés que eso genera.

En nuestra Región, tras las vacaciones, el curso ha empezado igual que terminó, con los mismos viejos problemas. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, que diría Monterroso.

En las aulas faltan varios cientos de profesores que no tienen asignado destino, continúan creándose plazas en aulas prefabricadas, se mantienen los centros con amianto, las ratios elevadas… "Lo normal" en la Región de Murcia: amianto, aulas prefabricadas, ratios elevadas y profesorado sin asignar. Nada nuevo en nuestros inicios de curso desde hace años, constituye la "peculiaridad regional" como las altas tasas de fracaso escolar… Peculiaridades educativas murcianas porque, como dice mi vecina, "esto en otros sitios no pasa".

Pero este curso nos hemos superado. A esa "normalidad regional de mala gestión" hay sumar que varios cientos de niños y niñas, los primeros días de clase, se han quedado en las paradas esperando su transporte escolar. Tal cual. Esperando con sus mochila, su bocadillo, su madrugón y sus nervios de primer día.

"YA SE AVISÓ DE QUE podría ocurrir en septiembre. ¿Hay algún responsable de que después de dos meses sigamos así?"

Según testimonios de unas AMPAS impagables por su esfuerzo en atender a todos, se ha dado el caso de niños solos en las paradas sin saber qué hacer porque sus padres los habían dejado y se habían marchado. Casos de padres que habían sido informados de que sí tendrían transporte y han comprobado que nadie iba a recoger a sus hijos; y al revés, padres a los que se ha dicho que no habría autobús, que se buscaran  la vida y sí hubo autobús. Niños de Educación Especial que no pueden ir a sus centros porque requieren transporte adaptado, otros de estos niños han visto interrumpidas sus rutinas y sus tratamientos con lo que eso afecta a su estado…

El curso terminó con problemas y el aviso de que esto podría ocurrir en septiembre. ¿Hay algún responsable de que después de dos meses sigamos así?  

No sé hasta cuándo piensa la consejera mantener este tour de force con los Empresarios pero si sé en lo que no piensa. No piensa en el estrés y los problemas que causa a cientos de familias, no piensa en la frustración de unos niños que tienen derecho a la alegría y la euforia de la vuelta al cole, no piensa en un profesorado que tiene que comenzar su programación sin los alumnos de transporte escolar en el aula. ¿En qué piensa?

Rosa Peñalver Pérez. 

Docente. Jubilada.