MURCIA. Un curioso se asoma al Palacio Almudí de Murcia y pregunta si es que está en obras. Ha visto que el centro de la sala está cubierta de tierra, escombros, objetos deteriorados, cables... Se le podría explicar que aquello que contempla representa el posible escenario que se produciría "dos segundos después del mundo", donde una cama, recuerdos y fotografías hacen de la ruina un hogar; o que es una base de operaciones con restos de tecnología semidestruida con la que intentar encontrar señales de que existe vida en alguna parte. Aunque es todo eso, quizá la explicación más sencilla es que se trata de una instalación del artista Selu Herráiz, que forma parte de la exposición Después de la herida, en la que también intervienen Elena Azzedin, Juan Conesa, Giuliana Grippo, Aurora Rodríguez y Abraham Hurtado, este último comisario de la muestra y todos ellos artistas de AADK Spain, que tiene su sede de operaciones -está vez, lleno de vida- en el Centro Negra de Blanca.
Recientemente, el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, se acercó a conocer estas instalaciones que han transformado por completo la imagen habitual del Almudí, con Abraham Hurtado y con varios de los artistas participantes como guías de excepción. Sobre esta pieza en concreto, Hurtado destacó, por ejemplo, que algunos de los escombros son consecuencia de la DANA en edificios de Blanca.
Después de la herida plantea una mirada crítica sobre cuestiones relacionadas con la sostenibilidad ambiental y la capacidad de reinventarnos después de una castástrofe. Así, por ejemplo, en otra de las piezas, Arqueología del turismo, de Aurora Rodríguez, se recrea una sala iluminada en tonos rojizos con todo un imaginario idílico relacionado con lo vacacional y con aquello que en nuestra ingenuidad creemos que nos da la felicidad; ahora ,en estado de abandono e invadida por la naturaleza.
Plantas del desierto (salsolas); fragmentos quebradizos que cobran autonomía y se organizan en un nuevo territorio; una criatura que se repliega sobre sí misma tratando inutilmente de generar su propia biosfera; cuerpo caídos que emergen desde las texturas provocadas por el tiempo; una estructura 'invasora' formada por latas de metal, que cobra la apariencia de un monstruo en un ambiente azul y frío; o un audiovisual sobre ritos, peregrinación y refugio... conforman esta muestra .
La exposición ha sido producida por AADK Spain y ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Blanca. Las piezas han sido creadas íntegramente en el municipio blanqueño con los artistas residentes de Centro Negra, espacio de investigación y cultura contemporánea con una presencia internacional dentro del mundo del arte. Es por ello, que también se paseó por este universo apocalíptico que ha invadido el Almudí el alcalde de Blanca, Pedro Luis Molina, quien quiso destacar "la importancia de dar apoyo a la cultura y reflexionar sobre la sostenibilidad y acceso del arte en entornos rurales".
Por cierto, el curioso se fue sorprendido y encantado.