MURCIA. Hace unos días observé una noticia donde se visualizaba a niños y a niñas de corta edad que cuando se dirigirían hacia un objeto que veían por primera vez, ante el desconocimiento de su utilidad, le apropiaban la función de gel hidroalcohólico, es decir, si veían un buzón de correos o un botón de entrada a un garaje jugaban a buscar la salida del gel y frotarse las manos. Esto es un ejemplo de cómo el ser humano simboliza su realidad; la juega proyectándola en los objetos que nos rodean, dotándolos de su particular significado, significado condicionado por las circunstancias en las que toca vivir, y hoy la pandemia es la circunstancia.
Esto me lleva a pensar en otra epidemia, menos popular, más invisible, y no menos peligrosa: ¿Qué ocurre cuando durante la niñez nos familiarizamos con las casas de apuestas y bingos que hay al lado de los colegios, parques, casas y comunidades?
"Paradójica es la imagen lamentable, triste y perversa de adolescentes haciendo deporte con camisetas patrocinadas por estas casas de apuestas"
La exposición a determinados estímulos crea nuestra realidad. Esta realidad bucea y se instala integrándose en nuestro aparato psíquico sin ningún cuestionamiento, en la infancia no se ha forjado aún la estructura de personalidad. Los niños y las niñas no disponen de información previa, ni referentes ante este estímulo que observan todos los días.
Estudios científicos corroboran que las conductas adictivas aumentan por exposición directa o indirecta, integrándolas como normal y cotidiano. Sólo los carteles publicitarios luminosos de grandes dimensiones en las fachadas de las casas de apuestas, generan un gran impacto psicológico, invitando a lo que pudiera parecer un parque de atracciones para un niño, o sus ídolos famosos animando a las apuestas, cuando ellos son millonarios por otras cuestiones muy alejadas de la realidad que publicitan. Y es que "una imagen vale más que mil palabras". ¡Gran verdad y gran peligro!
Paradójica es la imagen lamentable, triste y perversa de adolescentes haciendo deporte con camisetas patrocinadas por estas casas de apuestas, imagen que reclama un grito de socorro, apelando a la responsabilidad de las personas adultas.
Según la OMS, el maltrato infantil es el abuso y la desatención de los menores, incluyendo maltrato físico, psicológico u otro tipo que cause daño a su salud, desarrollo o dignidad del niño y de la niña. Es deber de nuestras administraciones aplicar el antídoto para procurar la protección integral a la infancia y a la adolescencia, por lo que la elaboración y la aplicación de legislación es a este problema, lo que la famosa vacuna es al virus que nos sacude.
La Región de Murcia cuenta con la mayor tasa de locales de apuestas de España, las asociaciones que atienden a personas con ludopatía están dando la voz de alarma, cada vez llegan chavales más jóvenes con vidas destrozadas. Estamos ante un escenario dantesco en el que la infancia está totalmente desamparada y desprotegida ante un futuro incierto, inseguro y mentalmente enfermo.
Mi deseo es que el único juego al que apostemos sea para construir una realidad que facilite el cuidado de la salud mental integral, sobre todo, en la población más vulnerable, la infancia. Los niños y las niñas son nuestro futuro. Pensemos en ello.
Mª José Dólera Dólera
Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia
Psicóloga Intervención Social