MADRID (EP). Norges Bank, que gestiona el fondo soberano de Noruega, ha reafirmado su apuesta por Repsol y ha alcanzado su nivel más alto de participación en la energética,a alcanzando el 5,102% y consolidándose como el segundo principal accionista de la compañía.
En concreto, el fondo, que emergió en 2020 en el accionariado de Repsol y superó el pasado mes de julio por primera vez el 5% en el capital de la empresa, controla de manera directa un paquete de más de 65,173 millones de acciones de Repsol -de ellos más 8,9 millones de títulos a través de un colateral-, representativo del 5,102%, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A los actuales precios de mercado, esta participación del fondo soberano noruego en la petrolera supera los 952 millones de euros. Con este movimiento, Norges Bank se consolida como segundo máximo accionista de Repsol, tan sólo por detrás de BlackRock, que posee un 5,475%.
El fondo soberano noruego pasa por ser uno de los más estrictos en materia de compromiso con el cambio climático en sus políticas de inversión y tiene una clara apuesta inversora por empresas de renovables o en proceso de descarbonización. Norges está presente en el capital de las principales compañías del Ibex 35, destacando también su presencia en compañías como Iberdrola, donde cuenta con un 3,1% de su capital.
Elevando su participación redobla su apuesta por una compañía como Repsol, que en diciembre de 2019 se convirtió en la primera compañía de su sector en asumir el objetivo de ser un grupo cero emisiones netas en 2050.
Este incremento en la participación del grupo dirigido por Josu Jon Imaz por el fondo también se produce por el efecto de la amortización de acciones que viene haciendo la energética como fórmula de pago a sus inversores, lo que hace que, al haber menos títulos en circulación, porcentualmente los accionistas presentes tengan más porcentaje de capital. En este 2023, Repsol destina 2.400 millones de euros a retribución y recompra y amortización de acciones, lo que representa al menos el 30% del flujo de caja de las operaciones.