La reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) fue relativamente tranquila. Puede parecer una reunión de transición, pero un contexto como el actual marcado por una volatilidad que se mueve en niveles más altos de lo habitual, creemos que hay algunos puntos que merece la pena destacar. Tras la reunión hubo cierta volatilidad intradiaria, y el nivel de rentabilidad al que cotizaron los bonos del tesoro se eran algo más bajos, pero no demasiado alejados de los anteriores a la reunión del FOMC.
En primer lugar, el escenario macroeconómico base de la Reserva Federal de EEUU (Fed), según el cual la inflación disminuirá y los tipos harán lo propio a medida que avance el año, se mantiene intacto. Esto es importante, ya que algunos expertos han argumentado que la próxima medida debería ser una subida y que en los niveles actuales los tipos de interés no son restrictivos. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, rechazó enérgicamente estas opiniones al calificar de "improbable" que la próxima medida sea una subida de tipos. También mencionó que los tipos son restrictivos y reiteró sus comentarios de hace un par de semanas, al afirmar que, si la inflación es más obstinada de lo esperado, los tipos pueden mantenerse en estos niveles elevados durante más tiempo. No nos cabe duda de que la Fed subiría los tipos si considerara que la política monetaria no es restrictiva y la inflación vuelve a aumentar de forma sostenible, pero por el momento eso parece estar lejos de su escenario central, opinión con la que coincidimos.
En segundo lugar, que exista una considerable incertidumbre sobre este último tramo en la lucha contra la inflación también permanece intacto y, por lo tanto, predecir el momento del inicio del ciclo de recortes no es fácil. No parece que la Fed haya interpretado las sorpresas negativas en la inflación y los mejores datos de crecimiento en lo que va de año como indicios de un nuevo repunte de la inflación, al tiempo que ha reconocido que todavía no existe la confianza necesaria para empezar a recortar los tipos. También repitió que el componente inmobiliario y la recuperación de la oferta siguen siendo importantes motores del proceso desinflacionista y se mostró confiado en que esta evolución continúe. Confirmó que las expectativas de inflación están bien ancladas y afirmó que no veía ni el componente "están" ni el componente "flación" del debate sobre la estanflación que surge de vez en cuando. En resumen, no hay muchos cambios en el escenario de referencia de la Reserva Federal.
En tercer lugar, la Fed sigue pensando que las próximas elecciones presidenciales no afectarán a la política monetaria. Esta opinión ha sido expresada por más de un miembro de la Fed en las últimas semanas, y esperamos que a medida que se acerquen las elecciones recuerden esta opinión a los mercados con más frecuencia. Por supuesto, las elecciones son importantes y las consecuencias de que Trump o Biden salgan elegidos podrían no resultar neutrales para la política monetaria en el futuro. Pero es probable que el impacto sea más macroeconómico que meramente político. Si el déficit fiscal aumenta, habrá que tenerlo en cuenta, ya que la demanda agregada y las presiones inflacionistas aumentarían, por ejemplo.
¿Qué significa esto para los mercados? Una vez que la reunión del FOMC y el Anuncio de Refinanciación Trimestral (QRA) del Tesoro ya han pasado, consideramos que la volatilidad de los tipos podría disminuir en las próximas semanas y que los bonos del Tesoro de EEUU, los gilts, los bunds y otros bonos del Estado del G7 podrían cotizar lateralmente hasta que encontremos un nuevo catalizador. Tras una liquidación de 80 puntos básicos en los bonos del Tesoro a 10 años, para que se produzcan nuevos movimientos desmesurados es necesaria una dosis continua de noticias cada vez más malas. También observamos que la revisión del límite de ajuste cuantitativo (QT) del Tesoro de EEUU de 25.000 millones de dólares (frente a 60.000 millones) al mes prestó cierto apoyo a los tipos. Los mercados descuentan menos recortes de tipos para 2024 de lo que la Fed predijo hace unas semanas en su gráfico de puntos y, por una vez, creemos que la Fed podría converger con la visión del mercado cuando la actualice en un par de meses.
El impacto de la terrible escalada del conflicto de Oriente Medio en los mercados también ha demostrado ser limitado y, aunque es imposible predecir cómo se desarrollará o se resolverá, parece que el listón está bastante alto para que estos acontecimientos se conviertan en el motor principal del mercado mundial. Los activos de renta fija deberían beneficiarse de esta menor volatilidad de los tipos y, con unos rendimientos tan elevados como los actuales, las rentabilidades ajustadas al riesgo con una visión a medio plazo parecen realmente atractivas.
Felipe Villarroel es gestor de carteras en Twenty Four (Boutique de Vontobel)