Voluntarios de Mamás en Acción. Foto: MAMÁS EN ACCIÓNMURCIA. Si las noches de hospital ya resultan eternas para todo niño, aún más largas pueden parecer para aquellos que no cuentan con el cariño de sus padres a su lado. Para estos menores sin familia, la estancia en el hospital no solo termina por ser más pesada, sino que las condiciones anímicas perjudicadas logran hasta retrasar la recuperación. En consecuencia, nace en 2013 la organización Mamás en Acción en Valencia para acompañar y "dar cariño" a los menores enfermos sin familia que, tras expandirse a Madrid, comenzará a trabajar también en Murcia.
En específico, será el Hospital Virgen de la Arrixaca el primer beneficiario de la nueva comunidad de apoyo, pues tras firmar el convenio con la Consejería e Salud esta asociación está preparada para entrar a funcionar por completo en los próximos días. Al fin y al cabo, aunque el inicio del acompañamiento sea inminente los trámites para alcanzar la Región de Murcia dieron comienzo a principios de este verano, cuando empezaron a desplegar recursos para crear una red de voluntarios que les permitiera desarrollar su labor.
"Necesitamos voluntarios con urgencia porque aunque los turnos sean de 3 o 4 horas, el acompañamiento que ofrecemos es de 24 horas", explica a Murcia Plaza la presidenta de Mamás en Acción, María José Gimeno. En este sentido, reconoce que la comunidad de 280 voluntarios que ya ha creado en Murcia son resultados más que gratificantes, aunque no suficientes para dar todo el apoyo que querrían, por lo que buscan duplicar esta cifra en los próximos meses.
Al fin y al cabo, aunque la Arrixaca será el primer hospital murciano en el que aterricen esta ONG tiene en su punto de mira continuar ampliando su presencia en la Región: "Si nos llaman de cualquier centro sanitario diciendo que hay un niño solo y nosotros podemos atenderlo, vamos a ir", sentencia Gimeno. No obstante, también reconoce que los recursos disponibles son limitados pues, al no recibir subvenciones del Gobierno, dependen de los ingresos que puedan generar a través del patrocinio de empresas y de la colaboración de los voluntarios. Por ejemplo, en la Comunidad murciana entrarán de mano de Hefame.
"La experiencia de acompañar a estos niños es difícil de explicar con palabras porque es tan duro como gratificante", relata Yasmina, antigua voluntaria de Mamás en Acción en Valencia y que, tras mudarse a Murcia, se muestra entusiasmada ante la idea de tener la oportunidad de volver a participar en este proyecto.
Como ella, casi 300 personas más estarán disponibles para comenzar la colaboración tras la segunda ronda de formación que tendrá lugar la semana próxima. En estas pequeñas lecciones no se imparten conocimientos médicos sino emocionales, pues la misión del acompañante es "hacer lo mismo que el papá o la mamá de la habitación de al lado", según apunta Gimeno.
Por tanto, en estos cursos se enseña cómo actuar con el "niño que está malito" para saber qué hacer y qué no. "Por ejemplo, el acompañante tiene que saber si es buena idea darle la mano y estar preparado para lo que van a ver", anota la Coordinadora de la asociación en Murcia, Amparo Arona.
"Yo he tenido que morderme la lengua y aguantarme las lágrimas muchísimas veces"
Con estas palabras señalaba la dureza de las situaciones en las que se encuentran muchos de estos niños, pues la ONG trabaja con niños que han sido alejados de sus padres por maltrato y huérfanos, así como con aquellos cuyos padres no pueden permitirse faltar al trabajo para cuidarles mientras se recuperan de una enfermedad.
"Yo he tenido que morderme la lengua y aguantarme las lágrimas muchísimas veces. Es estar con ellos jugando, hablando, dibujando y empezar a llorar al salir de la habitación", cuenta Yasmina mientras lamenta la mala suerte que acompaña a estos menores porque a las desgracias de su vida se suma tener que estar en la habitación de un hospital: "Con bebés es una sensación de fragilidad muy grande, mientras que con adolescentes hay más interacción. Cuando sales de ahí relativizas mucho tus problemas".
Asimismo, Mamás en Acción cuenta con el respaldo que supone la evidencia científica de que su labor de acompañamiento fomenta la mejor recuperación de los niños atendidos, pues un mejor estado de ánimo facilita el tratamiento y repercute positivamente en el sistema inmunitario. Además, previene que los niños maltratados desarrollen el patrón agresivo que suele provocar este tipo de situaciones.
