CARTAGENA. Navantia ha puesto en marcha un nuevo plan de seguridad para controlar las intrusiones al interior de sus factorías. El mismo se justifica en la intención de la empresa pública estatal de adecuar los actuales sistemas de seguridad a los nuevos retos que impone la evolución tecnológica.
De esta manera, prima el mantenimiento de la seguridad en Navantia acorde a los niveles de exigencia que en el mercado actual, pero también la adaptación al proceso de transformación digital de la compañía.
Este plan director de seguridad es un proyecto con una duración estimada inicial de tres años, que incluye una actualización tecnológica de la mayoría de los sistemas existentes.
Para ello, Navantia ha sacado a licitación la especificación técnica del este nuevo control de intrusión, un proyecto que tiene como objetivo el diseño, suministro, instalación y puesta en marcha del sistema para todas las instalaciones repartidas por España. Este sistema está destinado a todos los centros de producción de Navantia. En concreto se requieren las siguientes unidades: 1 unidad para la dársena de Cartagena; 3 unidades para la bahía de Cádiz (1 en San Fernando, 1 en Cádiz y 1 en Puerto Real); 2 unidades para la ría de Ferrol (1 en Ferrol y 1 en Fene); 1 unidad para la central corporativa de Madrid y 1 unidad para un centro de pruebas e integración CPI. El presupuesto que destinará la empresa estatal es de 450.000 euros para la ejecución del mismo.
El sistema de control de intrusión debe proporcionar a la plataforma de seguridad de Navantia los eventos de intrusión que se produzcan en el sistema. A su vez, procederá a la identificación de los estados de los sensores de intrusión del sistema (volumétricos, magnéticos, sísmicos, barreras de infrarrojo, etc.) y dispondrá de capacidad de detección de averías de los equipos instalados.
El alcance de los trabajos abarca los sensores. El suministrador deberá realizar una revisión tanto de los sensores como de su cableado para reponer aquellos que se encuentren averiados. Por su parte, los multiplexores actuales son equipos adquiridos a la empresa Indra. El suministrador debe proporcionar los multiplexores que considere necesarios en función de su arquitectura. Por último las URAM son unidades remotas de adquisición y control proporcionados por la empresa Indra. El suministrador deberá incluir en su oferta las unidades que necesite para hacer de puente entre los sensores (y multiplexores) y la plataforma de seguridad de Navantia o el middleware o cualquier otro elemento según su arquitectura.