CARTAGENA. Navantia ha decidido blindar sus astilleros frente a las amenazas que puedan surgir en la carrera tecnológica en la que está inmersa, más aun con la reconversión del proyecto Astillero 4.0. De ahí que haya puesto en marcha un programa antidrones, que sea capaz de detectar y neutralizar de forma segura aeronaves no tripuladas. La empresa pública acaba de sacar a flote el submarino S-81, uno de los sumergibles más avanzados, tecnológicamente hablando, del mundo en cuanto al arma submarina, pero también trabaja en la construcción de otros tres submarinos más.
La empresa ha sido seleccionada, además, en el proceso de licitación realizado por el Gobierno de Estados Unidos para la reparación y mantenimiento de los Destructores Clase Arleigh Burke-Class (DDGs) y otros buques de la US Navy desplegados en la Base Naval de Rota (Cádiz). El nuevo contrato, que tiene vigencia hasta enero de 2028, es por un importe máximo de 822,4 millones de euros y podría generar más de 1.000 empleos directos al año. Además, ha logrado un contrato con la Marina Real de Marruecos para diseñar y construir un patrullero de altura que supondrá un millón de horas de trabajo para los astilleros de la Bahía de Cádiz. En estos mismos astilleros también se construirá el Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada española.
Por su parte, en Ferrol se construirán las fragatas F-110 para la Armada Española, consolidando dicho astillero como polo de referencia mundial en el diseño y construcción de fragatas de última generación.
"Como consecuencia de la evolución tecnológica y los nuevos retos industriales orientados hacia la consecución de la transformación digital, Navantia pone en marcha un Plan Director de Seguridad Industrial que responde a todas estas expectativas y conectado con los conceptos básicos del proyecto Astillero 4.0 actualmente en curso", dice la empresa pública en el contrato de sistema antidrones, que ha sacado a licitación recientemente por un valor que ronda los 1,1 millones de euros.
Uno de los objetivos del Plan Director de Seguridad es "mejorar y modernizar el actual sistema de vigilancia perimetral" para adaptarlo "a las nuevas exigencias del plan incluyendo especialmente la interoperatividad con los futuros sistemas, especialmente con la Plataforma Digital".
El sistema antidrones que desea implantar Navantia pretende disminuir el riesgo de intrusión por vía aérea a las instalaciones de Navantia (Cartagena, Ferrol y Cádiz) y que sea capaz de detectar y anular la presencia de drones que invadan el espacio aéreo de las instalaciones de Navantia, a la vez que determinar la posición y trayectoria de dichos drones, la situación del piloto del dron amenaza y registrar las intrusiones y actuaciones de anulación.
Estará basado, dicho programa, en un subsistema de detección de las comunicaciones del dron con su piloto y con el sistema GPS y en un subsistema de mitigación/anulación del dron por jamming que permitirán la detección del dron.
Como ejemplo de sistemas que se vienen trabajando en otros lugares, cabe destacar que la Policía Nacional dispone en Madrid de un sistema de inteligencia artificial, que puso en marcha a comienzos de este mismo año y que detecta vuelos no autorizados de drones en el cielo de la capital. El peligro real para el espacio aéreo que pueden suponer estas actividades hace que las sanciones en este sentido lleguen a alcanzar los 4,5 millones de euros de multa.
El sistema mediante el que la Policía Nacional protege el cielo de Madrid aporta en cada alerta registrada la ubicación exacta del dron para que, a través del Centro Inteligente de Mando de Comunicación y Control 091, una patrulla de agentes pueda dirigirse al lugar de inmediato. De esta forma se han detectado durante el primer mes del año una media de más de tres vuelos no autorizados al día.
