VALÈNCIA. La escena valenciana del techno crece y a su vez se teje desde cero, y lo hace de la mano de colectivos y grupos que se ayudan entre si, y que buscan los nuevos caminos en la "senda de la electrónica". Muviment reúne en una mesa redonda a los chicos de Sons y los de Impuls, junto a sus predecesores en este mundillo: Club Gordo. Todos ellos conversan sobre el pasado, presente y futuro de la electrónica en València, poniendo el foco en esas nuevas voces que veían todo como espectadores y ahora comienzan a comprenderlo todo desde el punto de vista de los creadores. A modo de anfitriones se encuentran el músico, productor y cabecilla de Club Gordo Pablo Barberà y Fausto Furioso, genio del techno y el diseño, encargado de la imagen de Gordo y de promover sus fiestas. Al otro lado están dos colectivos que comienzan pisando fuerte en la escena electrónica.
De Impuls se encuentran en la sala Rafa, Carlos y Josele y se une más adelante su diseñadora gráfica, Ana Conejero una de las voces femeninas de la charla. De Sons están en la mesa Dani Soto y Julen Alza. La conversación sucede entre memes, chascarrillos, risas y algún que otro chillido y pone el foco en la visión del nuevo panorama techno de la ciudad, que se conforma con nuevas ideas y voces. Un debate entre apasionados del género en el que los altavoces retumban en Muviment, mostrando al mundo las nuevas claves que conforman el panorama valenciano.
Evolucionar
Tan solo para juntar a ambos grupos en un escenario con los dos grandes socios de Gordo ya ha tenido que avanzar mucho el panorama. Desde Impuls comentan que les resulta increíble que se crea tanto en la escena como para montar una mesa redonda, o para llegar a pinchar ellos mismos en Gordo, club que admiraban desde hace años. El proyecto comenzó, tal y como lo cuenta Josele, como un proyecto entre colegas que “poco a poco se fue poniendo más serio”, lo cual les obligó a tener en cuenta algunos matices y principios: techno libre, donde todo el mundo es bienvenido y "explorando la música más hard” en su caso concreto. Su trabajo se comprende junto al del colectivo Sons como un avance en equipo, que conforma el panorama que se está tejiendo en la ciudad.
Al otro lado de la sala Dani, de Sons, agradece como la pandemia les ha dejado un hueco a los jóvenes para “conseguir nuevos espacios”, sencillamente a través de un camino que se dirige hacia la renovación: “Antes de la Covid había mucha gente muy mayor y establecida en el panorama, pero ahora existe un hueco para nosotros, o al menos está creándose”, explica. En este sentido, los tres colectivos han encontrado en Spook su refugio. La mítica sala ha apostado por ellos, no sólo como promotores con sus propios eventos, sino también incluyendo a algunos de estos jóvenes artistas en WAX, una de las fiestas claves para entender la escena techno actual en Valencia. Finalversion3 es uno de sus residentes, Dani Soto y Julen habituales, y en la próximas fechas algunos de los artistas de Impuls pasarán por su cabina.
Con todo, los grupos van hacia ese nuevo camino, en el que pretenden demostrar que el mundo del techno “no es todo fiesta, sino que también es parte de un arte”, cuenta Julen, en nombre de Sons. Pero para evolucionar de cara a ese camino hace falta proyección, y voz propia, y de eso Gordo sabe bastante: “La identidad se va construyendo con años, eso nunca para. Hay que ser ambiciosos en algunas cosas y conformista en otras y en la mezcla de ambas está lo que eres”, explica Pablo. Y aunque pueda sonar a que la idea de conformarse limita a los grupos parecen estar también todos de acuerdo en ello, al menos en parte.
Saber asentarse
En todo proyecto se comprenden grandes ambiciones, meses de preparaciones y trabajo en equipo para que todo salga adelante. Esto a su vez tiene que ser “cómodo”, y se va adaptando con el tiempo. Gordo no es lo que era hace unos años, ni muchísimo menos, y ahora que celebra su sépitmo aniversario hace una lectura general, con perspectiva. Aunque Pablo cree que todo el mundo desearía trabajar sea “trabajar en clubs enormes con un sonido increíble” no siempre puede ser; pero cabe mirar atrás y ver lo que se ha cambiado, con un matiz muy claro: “Para establecer una identidad lo que hace falta es acomodarte en lo que tienes” y aunque es verdad que pocas veces se puede estar cómodo en lo que se tiene a primeras es ahí donde nace el cambio, al menos para aquellos que están empezando.
La ventaja, tal y como la contempla Rafa, es que este “asentamiento” de ideas surge en un momento pospandémico, lo que genera un “perfecto caldo de cultivo” para que los grupos se descubran y generen algo totalmente nuevo, y esto juega a favor de que es un momento perfecto también para hacer fiestas. Y aunque las fiestas requieran mucha preparación el asentamiento y la tranquilidad en estas también son clave, huir del estrés y contemplar lo aprendido. Josele cuenta que hace unos años Gordo era un absoluto referente, y que ahora gracias a hacer lo que hacen desde Impuls han logrado que se les de un espacio para pinchar ahí (aunque también haya tenido que ser peleado). Y de ahí, al templo Spook. Clave de la escena es conocer la identidad, organizar pero disfrutar y aprovechar todo lo que rodea al grupo, acomodándose para avanzar pero no estancándose.