VALÈNCIA.
Te escribo porque el próximo viernes 28 a las 20h en la sala ES/UM de la Merced es la inauguración de la exposición:
Yo es hija.
Alteridad, otredad y educación artística
comisaria: Rocío Marín Navarro
Participan 57 alumnas/os de la asignatura de Taller de Creación e Investigación Artística de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia con obra de creación propia.
Se trata de 57 proyectos de autorretratos que responden a la pregunta ¿Qué significa ser hija? ( leer más en texto de sala adjunto)
Te adjunto las cartelas donde encontrarás título del proyecto, nombre del autor, cita propia del alumno/a sobre lo que significa ser hija y una foto de su infancia junto a su madre.
También adjunto texto de sala y selección de imágenes de alguno de los proyectos con los nombres del alumno/a a pie de foto.
Yo es hija
Alteridad, otredad y educación artística
“La primera palabra que pronuncia la mayor parte de los niños es “mamá”.
Esa es también una palabra performativa, con una inmensa fuerza de
invocación. A lo largo de los años, en determinados momentos, el nombre
se sigue invocando, como si al pronunciarlo apareciera ella, una madre. Y
desde ese primer momento en que pronunciamos esa palabra vamos
cambiando, mutando, deslizándonos hasta que un día nos convertimos en
hijos. En una hija. En su hija”
Laura Ferrero
Nuestra existencia no es posible sin la premisa de la coexistencia. Toda vida empieza dentro de otra
vida, y está, a su vez crea de nuevo el mundo. Así, el cuerpo materno se convierte en nuestra
primera habitación propia, desde la cual empezar a crear nuestras formas de ser y estar en el
mundo.
Yo es hija. Alteridad, otredad y educación artística es una exposición colectiva de las alumnas de
Taller de creación e investigación artística de la Facultad de Educación de la Universidad de
Murcia, que plantea la pregunta ¿Qué significa ser hija?
La primera mirada que nos conforma y que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida es la
mirada materna. La madre es ese primer espejo desde el que accedemos a la percepción del mundo.
Nuestra idea de este, y de nosotros mismos, se va configurando a medida que conseguimos descifrar
el significado de su mirada hacia nuestra persona.Por tanto, podemos afirmar que nuestro
conocimiento del mundo se genera en alteridad. Ese primer otro será el vehículo para llegar a
conocernos a nosotros mismos o como denomina Siri Hustvedt, nuestra “conciencia encarnada”. Toda vida tiene un origen. Toda vida humana comparte un principio. Todo hija o hijo proviene de
una mujer. Toda madre, fue previamente hija. Es por ello que podemos afirmar que la Madre es la
historia universal de todo ser humano, y a su vez, el origen de una nueva historia, la hija/o.
Y será precisamente la mirada de la hija, la que de forma a este principio inexorable a través de un
vínculo físico, psíquico y mental.
Las obras presentadas en esta exposición parten de un imaginario materno, fruto de experiencias
personales e individuales, conformando así una visión poliédrica de la filiación. Por medio de la
educación plástica y visual se reflejan historias alternativas que cuestionan y enriquecen la
comprensión tradicional de esta relación.
En la muestra Nerea Juárez Soler se cuestiona: “¿Cómo no desarrollar el sentimiento normalizado
hacia tu madre? Es tu madre. ¿Cómo no vas a querer abrazar a mamá?
Yo es hija regresa al principio para conectar el pasado con el presente, lo individual con lo
universal, la maternidad con la “hijidad”. Pues no hay madre sin hija, no hay hija sin madre. Crear
partiendo del origen rescata una memoria personal que nos permite desentrañar un universo creativo
generador de imágenes, puesto que la madre-símbolo está profundamente arraigada en el gesto
creativo. Así la madre se erige como fuente de creación, como núcleo desde donde emana la
experiencia artística, un símbolo de origen, protección y conflicto.
Rocío Marín Navarro
Docente y comisaria de la exposición