CARTAGENA. Villa Calamari, en la barriada de San Félix, se erigió en el siglo XIX, pero entrado el siglo XXI sufrió un abandono y deterioro alarmante que ha dejado una imagen lamentable de esta edificación modernista BIC (Bien de Interés Cultural) y ahora fruto del vandalismo.
Después de cinco años de expedientes administrativos, el expolio de Villa Calamari se saldó con una nimia intervención en el inmueble, con una obra que a la Inmobiliaria Vano, dueña del lugar, no le supuso un gran esfuerzo económico, a pesar de haber adquirido la Villa en perfectas condiciones de sus anteriores dueños.
El mobiliario modernista que una vez lució en el barrio cartagenero de San Félix ha quedado sepultado bajo el polvo de la desidia y abandono por parte de las administraciones competentes al respecto. A todo ello se suma una pasividad ante el potencial turismo que podría atraer, aunque el propio Ayuntamiento de la ciudad portuaria impide a los vecinos visitar Villa Calamari.
Otro problema que se suma a esta dejadez del BIC es el vandalismo, principalmente protagonizado por jóvenes (muchos de ellos siendo menores de edad) que aprovechan la falta de vigilancia para establecer juegos de rol o competiciones deportivas. La Ley de Patrimonio otorga a la administración competente la capacidad de emprender medidas subsidiarias para la protección del BIC. También se han producido robos y daños de la edificación.