MURCIA. La realidad para emanciparse en España sigue siendo dura: una persona joven necesita destinar más del 90 % de sus ingresos para pagar el alquiler de una vivienda completa y más del 35 % para acceder, en el mejor de los casos, a una habitación en un piso compartido. A pesar de ligeras mejoras en el mercado laboral, el 30 % de la población joven continúa en riesgo de pobreza o exclusión social, según el último Observatorio de Emancipación elaborado por el Consejo de la Juventud, publicado este martes 12 de agosto coinciendo con la celebración del día de la juventud.
En la Región de Murcia, las cifras son incluso menos alentadoras. Solo el 14,3 % de los jóvenes entre 16 y 29 años vivía fuera del hogar familiar en el primer semestre de 2024, según el Observatorio de Emancipación. Esto supone una caída de 6,56 puntos respecto al mismo periodo de 2023, el mayor descenso registrado en toda España.
Este retroceso coincide con un aumento de la tasa de paro juvenil, que sitúa a la Región como la quinta comunidad con mayor desempleo entre menores de 30 años. A ello se suma un salario mediano sensiblemente inferior al promedio nacional, que, aunque acompañado de alquileres algo más bajos, no compensa la falta de poder adquisitivo. Para los jóvenes murcianos, independizarse implica un esfuerzo económico casi imposible: deben destinar una parte abrumadora de sus ingresos para afrontar el coste del alquiler.
La tasa de emancipación juvenil en España se sitúa en el 15,2 %
En el segundo semestre de 2024, la tasa de emancipación juvenil en España se situó en el 15,2 %, el peor dato para un segundo semestre desde que existen registros del Consejo de la Juventud. Esto supone que 102.203 jóvenes menos vivían fuera del hogar familiar respecto al mismo periodo del año anterior.
Además, la cifra está muy lejos de niveles anteriores: la tasa de emancipación se mantiene casi 11 puntos porcentuales por debajo del máximo registrado antes de la Gran Recesión de 2008 y cerca de 3,5 puntos inferior al nivel prepandemia de la COVID-19.
Y no solo afecta a quienes están desempleados: más de siete de cada diez jóvenes con empleo (74,6%) que trabajan tampoco han logrado independizarse, lo que subraya las dificultades estructurales para acceder a una vivienda propia.
El precio del alquiler, un obstáculo insalvable
En el segundo semestre de 2024, el precio medio del alquiler en España alcanzó un nuevo máximo histórico, situándose en 1.080 euros mensuales, lo que representa un aumento interanual del 11,6 %. Este encarecimiento agrava aún más las dificultades de los jóvenes para acceder a una vivienda propia.
De media, la juventud debe destinar el 92,3 % de su salario neto mensual para alquilar una vivienda en solitario, una cifra que refleja un esfuerzo económico prácticamente insostenible. Incluso a nivel de hogar, el coste del alquiler supone el 46,8 % de los ingresos familiares, superando ampliamente los límites de asequibilidad recomendados por organismos internacionales.