Hay en Jumilla un céntrico palacete que data del año 1900 y cuyo interior sorprende por el lujo y la decoración de las diferentes estancias, algunas de las cuales parecen sacadas de un cuento de las Mil y una noches. Muchos habrán reparado en su elegante fachada en la calle Cánovas del Castillo y quizás se hayan preguntado qué se esconde tras esos muros. Ahora es posible echar un vistazo al interior de este emblemático edificio de tres plantas gracias a las imágenes que muestra la inmobiliaria Rosa & Porta, que gestiona su venta por 1.200.000 euros. Se trata de una oportunidad para sacar ese lado un poco voyeur que todos tenemos, al mismo tiempo que para conocer mejor el 'interiorismo' que era tendencia a principios del siglo XX en la Región.
Además de ofrecer una visita por el interior de este palacio único en Jumilla (y en la Región), la inmobiliaria aporta datos sobre la historia del inmueble, que tiene unos tintes un poco misteriosos. Al paracer, formaba un conjunto arquitectónico junto con otras dos residencias, construidas después de las guerras carlistas por un capitán que había acumulado riquezas mediante el despojo a los campesinos. Posteriormente -siguen informando las mismas fuentes-, estas tres propiedades fueron adquiridas por un eminente médico local, quien las habitó junto a su familia. El palacete que está a la venta se distingue de los otros dos en que es el único que cuenta con terrazas. Además, cabe recordar que el palacete jumillano -totalmente restaurado en 2012- es de la misma época que el Casino de Murcia, lo que explica la afinidad estilística entre ambos.
Son muchos los elementos que llaman la atención en el inmueble, encontrándose entre sus distintivos la fachada de chinita de playa, su patio acristalado, la decoración de estilo nenazarí con exquisitos detalles ornamentales, los arcos de herradura, techos de cinco metros de altura, una gran variedad de habitaciones y estancias, magníficos artesonados preservados y dos terrazas distribuidas en diferentes niveles con unas vistas panorámicas del Castillo de Jumilla. Además de un sótano-bodega, entre las múltiples estancias se encuentran tres baños completos, dos cocinas, una biblioteca, una sala de exposiciones y un apartamento moderno situado en la última planta. El edificio cuenta también con un amplio patio trasero.
Como detalles dignos de mención, sobresalen la fuente andaluza con bombeo de agua, la escalera de mármol blanco de Macael, una chimenea de mármol rosa, los artesonados y vigas a la vista, así como la presencia de símbolos de las tres religiones distribuidos en diversos elementos arquitectónicos, como puertas y arcos. Asimismo, desde la inmobiliaria destacan el trabajo de restauración llevado a cabo hace una década por los propietarios, una extensa familia jumillana que debido a la ausencia de varios de sus miembros ha optado por poner en venta la propiedad. Las obras incluyeron la instalación de sistemas de calefacción, la actualización de los cierres de ventanas (notablemente altas, algunas alcanzando los cuatro metros de altura), baños revestidos en pan de oro y un tejado nuevo que respeta la esencia original de la vivienda, manteniendo vigas de madera.
Pero vayamos por partes...
Planta baja con un patio mozárabe

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- Rosa & Porta
Así se describe en Rosa & Porta esta planta: "Al atravesar el zaguán del acceso principal, un techo artesonado ricamente decorado anticipa la grandeza que aguarda en este espectacular palacete. La planta baja se revela como un escenario de belleza y sofisticación, con el patio mozárabe acristalado en su corazón.Este patio es una obra maestra de diseño adornada con motivos geométricos y vegetales, arcos de herradura y vidrieras que derraman luz de colores por todo el espacio. Presidiendo este patio, una fuente andaluza añade un toque de serenidad y frescura al entorno".
Añaden que "a un lateral, una elegante escalera conduce con gracia a la primera planta, invitando a explorar más allá. Pero antes, en esta planta baja, se descubren dos estancias adicionales, un baño completo, además de una amplia biblioteca y una actual cocina, desde la que también se accede a otra parcela totalmente urbanizable que actualmente se presenta como un patio de 200 metros cuadrados. Por último, desde esta planta baja encontramos otra pequeña escalera que desciende a una bodega en la planta sótano".
Nobleza en la primera planta

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- Rosa & Porta
"Al ascender por la majestuosa escalera, se revela la verdadera joya de esta residencia: la planta abierta al patio de estilo árabe, que dota de carácter y distinción a todo el espacio. Las puertas de madera y ventanas de arcos de herradura, decoradas con vidrieras de colores, filtran la luz del sol, creando un juego de sombras y reflejos que añade calidez y vitalidad al ambiente. Un recibidor acoge a los visitantes, dirigiendo su atención hacia los rincones más encantadores de esta planta. Desde aquí, una segunda escalera de caracol invita a explorar las alturas, conectando con las dos plantas superiores y añadiendo un toque de elegancia al diseño arquitectónico. Dos estancias adicionales, que han sido transformadas en un amplio salón comedor y un espacioso dormitorio con baño en suite, destacan como espacios de convivencia y relax. El separador entre el dormitorio y el baño está adornado con un revestimiento de pan de oro, añadiendo un toque de opulencia y refinamiento al ambiente", apuntan en la descripción
Un apartamento moderno en las cámaras de servidumbre

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- Rosa & Porta
La segunda planta del palacete, que anteriormente albergaba las antiguas cámaras de servidumbre, ha sido transformada en un espacio contemporáneo sin renunciar a su encanto original. "Al ascender por la escalera, encuentras un amplio recibidor con acceso a un dormitorio tipo buhardilla, con techos altos y vigas de madera a la vista. Este dormitorio se abre a un amplio salón, iluminado por varios balcones que ofrecen vistas a la calle principal, permitiendo que la luz natural bañe el espacio y cree una sensación de amplitud y conexión con el entorno urbano", describen desde la inmobiliaria.
Además, "esta planta cuenta con un baño completo. Dos pequeñas habitaciones ofrecen espacio adicional para adaptar según las necesidades de cada uno. Una cocina con acceso a un encantador patio cuyo suelo de cristal proporciona una vista a través del tiempo, conectando con el patio árabe de la planta baja y creando una sensación de continuidad entre los diferentes niveles de la residencia".
Respecto al futuro del inmueble, quien gestiona su venta afirma que reúne todas las condiciones para convertirse en un espacio cultural, un establecimiento hotelero, un centro dedicado al cuidado de la salud, como sede de una asociación o, sencillamente, como una gran casa familiar.