La Región de Murcia se sitúa en la parte baja del mapa del estrés laboral en España, según una encuesta elaborada por Randstad. Solo el 16,3% de los trabajadores murcianos asegura sentirse frecuentemente o de manera continua bajo presión en el trabajo, un dato bastante por debajo de la media nacional (21,2%). En otras palabras, apenas uno de cada seis empleados de la comunidad reconoce vivir con esa sensación constante de agobio que, en otros territorios, afecta ya a uno de cada cuatro.
Estos números, sin embargo, no significan que el estrés haya desaparecido de las oficinas, hospitales o talleres de la región. Al contrario: septiembre, con la vuelta de las vacaciones y el regreso al ritmo frenético de correos, reuniones y plazos, suele ser el mes en el que muchos profesionales sienten más fuerte el llamado “síndrome postvacacional”.
Un problema que se dispara en el norte y las islas
Si miramos al conjunto del país, las diferencias son claras. Asturias (25,2%), Galicia (24,7%) y Canarias (24,3%) lideran el ranking de comunidades con más empleados estresados. Allí, uno de cada cuatro trabajadores convive de manera habitual con la tensión profesional. En el extremo contrario, además de Murcia, están Navarra (13%) y Baleares (11,1%), que presentan los niveles más bajos.
La encuesta elaborada por Randstad entre más de 4.300 profesionales no deja lugar a dudas: el bienestar emocional de los trabajadores españoles se resiente. Casi ocho de cada diez encuestados creen que la falta de desconexión laboral afecta de lleno a su salud y a su calidad de vida.
El peso del género y la profesión
El estudio también refleja una brecha entre hombres y mujeres. Ellas declaran sentir niveles de estrés más altos y frecuentes: el 63,6% de las trabajadoras asegura experimentarlo con cierta asiduidad, frente al 48,9% de los hombres. Y es que las mujeres no solo reconocen padecerlo más, sino que también lo sufren de manera más intensa.
Por sectores, la sanidad encabeza la lista del agotamiento emocional: más de un tercio de sus profesionales está actualmente “quemado”. Tras ellos, figuran la construcción, la educación y el ámbito tecnológico, donde las cifras tampoco resultan tranquilizadoras.
Septiembre, un punto de inflexión
La vuelta al trabajo tras el verano se convierte, para muchos, en una especie de examen emocional. La agenda vuelve a llenarse, los días parecen más cortos y la conciliación, más difícil. En este contexto, la Región de Murcia parte con cierta ventaja estadística, pero la realidad es que ningún territorio queda del todo al margen del estrés laboral.
Porque, como recuerda la propia Randstad, no se trata solo de números: detrás de cada porcentaje hay personas que sienten que les falta el aire entre llamadas, informes y turnos de trabajo. Y es ahí donde la gestión del bienestar emocional, tanto en la empresa como en casa, cobra un papel decisivo.