MURCIA. Esta casa que algún día verá la luz en La Alcayna (Molina de Segura) es de momento un sueño, pero gracias a las infografías se puede viajar al futuro y contemplar de una manera "bastante fidedigna" y con todo tipo de detalles cómo será la lujosa villa una vez esté construida. Se trata de un proyecto realizado por el estudio torreño David Bermejo Arquitectos, donde ha sido bautizado como 'Infinity House' porque, como se ve en las imágenes, se trata de una vivienda que parece levitar y fundirse con el cielo, algo a lo que contribuye la piscina voladiza y su cascada. Cabe señalar que también han dejado su firma DB Arquitectos y Ana García Interiorista.

Se trata de una vivienda en la que la arquitectura juega con los volúmenes y los diferentes materiales para crear elegantes contrastes, y en la que todo está pensado para crear un espacio exclusivo donde disfrutar de los sentidos (lo que se conoce como arquitectura sensorial). Una casa hecha para mirar, escuchar, sentir, tocar los materiales y sus textura, percibir los aromas que llegan del jardín y habitarla conscientemente.

Explica David Bermejo que el problema que existía de accesibilidad en la parcela se convirtió en un recurso en el proyecto, ya que la calle peatonal por la que se accede lateralmente se ha convertido "en la joya de la corona" del diseño, siendo ese lateral "lo que nadie ve y lo que nadie mira". Apunta que esa solución dio un empaque totalmente diferente a la vivienda proyectada, "con unos espacios increíbles y un patio interior en torno al que gira todo: la accesibilidad, el orden, los recorridos, las visuales...".

En palabras del arquitecto lo que se ha diseñado es "una cirugía arquitectónica hilada por un patio inglés longitudinal en la dirección de la parcela, predominantemente alargada y estrecha, que resolverá el programa". El recorrido descrito es el siguiente: "Acceder mediante una pasarela; salir a recibirte un patio arbolado que nace desde la planta semi-sótano; atravesar pórticos de piedra de mampostería que nos dirigen.; flotar en el paisaje; visualizar la colina del horizonte y crear un remanso de paz, de sensaciones provocadas para el deleite y disfrute de una familia".

Todo está ideado para que reine el orden, la paz y el equilibrio como objetivos de una arquitectura para sanar.  

Respecto a la estructura arquitectónica, el estudio torreño describe que "está desarrollada en plataformas depositadas en pantallas de apoyo, un desarrollo de celosías y una coronación de bandejas como resolución compositiva y estructural. Un patio inglés ajardinado interior, haciendo de mobiliario que articula, flexibiliza y crea recorridos e iluminación escultural, directa e indirecta, ornamental y lineal que enfatiza son los recursos utilizados".

El cuidado está muy presente en este proyecto, destacando en este sentido la piscina climatizada en el interior, en la zona de sótano. Existe otra lámina de agua en el exterior, en voladizo, una piscina infinita, en una terraza donde tomar baños de sol y luna. Se trata, además, de un entorno donde agua, fuego y tierra se entrelazan, ya que hay proyectada una chimenea al aire libre, soterrada y en posición de abrigo.

David Bermejo también destaca la ventilación cruzada prevista, los materiales naturales y la vegetación autóctona y exuberante. Todo suma para soñar con esta villa que propone un viaje sanador para los sentidos.