CARTAGENA. Las sesiones plenarias de Cartagena nos ofrecen momentos en los que uno da un respingo de su asiento mientras las sigue por Youtube. Es verdad que no siempre es así, pero raro es cuando no hay algún reproche, insulto, acusación (velada o no) o falta de respeto que, en no pocas ocasiones, acaba avergonzando a los ciudadanos por los espectáculos que se ven y se oyen en el Salón de Plenos, a la vez que supone una polarización cada vez mayor entre un lado y el otro del arco político.

La marcha de hasta tres partidos políticos en la sesión este pasado jueves supone un paso más en esta no disimulada tensión entre el equipo de Gobierno y MC Cartagena, a la que se la ha sumado, en esta oportunidad, Unidas Podemos y Vox Cartagena.  Unos han tachado a la alcaldesa de ejercer una "actitud dictarorial", así lo ha calificado Vox Cartagena, o que Arroyo "saca el rodillo" y ejerce su derecho a veto, según lo interpretan desde MC Cartagena y Unidas Podemos denunciaba la "prepotencia" de los gobernantes o que las reglas del juego no sean iguales para todos. Es cierto y en eso hay que insistir, que el partido cartagenerista lleva meses denunciando lo que ellos consideran una posición dominante de la alcaldesa para frenar sus interlocuciones, respuestas y debate en el Pleno y este pasado jueves supieron interpretar bien sus cartas para liquidar la disputa con el abandono en medio del debate.