Nuestro seguimiento, semana a semana, de cosas que sucedieron en las mismas fechas de 1975 se interrumpe ahora, justo en el cincuentenario del fallecimiento de Franco, y lo hace a petición de parte, porque un amigo me pregunta por la reiterada afirmación, antes y durante la jornada de la denominada Magna Procesión del Jubileo de la Esperanza, de que la última vez que salió una procesión de la Catedral de Murcia fue en el año 1915.

Ciertamente, las procesiones de la Semana Santa murciana de aquellos días: Servitas el Domingo de Ramos, el Perdón el Lunes Santo, la Sangre el Miércoles Santo, Jesús y el Sepulcro el Viernes Santo (el Resucitado era la excepción), salieron de la Catedral, pero después de haber entrado por otra puerta. O lo que es igual, la Catedral fue, como era habitual hasta entonces, lugar de paso, oración y ofrenda, pero no punto de partida, como ha sucedido en la actualidad.

Y ese año, el día 2 de abril, Viernes Santo, cuando el paso de San Juan de la procesión del Santo Entierro entraba en la Catedral por la puerta de los Apóstoles, y la cabeza ya salía por la del Perdón, ocurrió el incidente que dio pie a que este tradicional momento de nuestra Semana Santa dejara de producirse en adelante, ha hecho este año 110 del suceso.

La gente comenzó a huir en todas direcciones y bien pronto el pánico se apoderó de la multitud que estaba en aquellos alrededores"

Así lo narró el diario El Liberal: “Cuando parte de la procesión había penetrado en la Catedral por la puerta llamada de los Apóstoles y comenzaba a salir por la del Perdón, unos huertanos promovieron un altercado, al propio tiempo que uno de los encargados del paso de San Juan gritó dirigiéndose a los que lo conducían: ¡Cuidado con las bombas! Aludiendo a las que adornan el trono de la imagen. Estas palabras, sin duda mal interpretadas por el numeroso público allí estacionado, y la alarma producida por la riña de los huertanos, produjeron un tumulto espantoso”.  

“La gente comenzó a huir en todas direcciones y bien pronto el pánico se apoderó de la multitud que estaba en aquellos alrededores y de los apiñados devotos que había dentro de la iglesia, rodando por los suelos los cirios y estando a punto de correr la misma suerte las imágenes llevadas a hombros por los huertanos. En la plaza de los Apóstoles, la alarma fue también espantosa. Las gentes huían en todas direcciones, no siendo de los últimos algunos sacerdotes que formaban en la procesión”, detallaba la crónica. 

No hubo que lamentar heridos de consideración, pero el altercado dio pie a que las procesiones de Semana Santa dejaran de pasar por el interior del primer templo diocesano, teniendo que conformarse con discurrir por su fachada barroca y su entorno.

En realidad, la última vez que una procesión pasionaria, o formada por imágenes de la Pasión, salió desde la Catedral fue el Viernes Santo del año 1939. Apenas unos días después de concluir la Guerra Civil, Murcia recuperó su tradición nazarena de la mejor forma que se pudo, y el día 7 de abril salieron a las calles la procesión de Nuestro Padre Jesús, desde su ermita, con los célebres pasos de Francisco Salzillo, y por la noche el Santo Entierro, de la Cofradía del Santo Sepulcro, que lo hizo desde la Catedral por encontrarse destrozada la iglesia de San Bartolomé.

El diario Arriba hizo esta previsión en su edición del Viernes Santo: “Esta Cofradía sacará el Viernes Santo su procesión a las siete de la tarde, para conseguir lo cual ha tenido que hacer un supremo esfuerzo, luchando con todas las dificultades que es de suponer después de la dominación roja. Casi todo lo que poseía la Cofradía, y que estaba depositado en la Iglesia de San Bartolomé, se ha encontrado destruido, siendo de lamentar, sobre todo, la destrucción del hermoso paso del Sepulcro, obra del escultor Dorado”.

“También han desaparecido todas las túnicas de los nazarenos, por lo que éstos saldrán sin ellas por este año. Figurarán los pasos siguientes: Santísimo Cristo del Perdón, que saca su Ilustre Cofradía; la Santísima Virgen de las Angustias, paso de Cristo Yacente, San Juan Evangelista y la Soledad. Asistirán dos bandas de música y acompañarán el Santo Entierro comisiones de toda clase de entidades y autoridades. La Directiva, en la imposibilidad de hacerlo personalmente, invita a toda Murcia católica a que asistan a esta procesión y se hace un llamamiento especial a las señoras murcianas para que acompañen a la Santísima Virgen”, concluía la reseña.

De modo que la procesión fue reforzada por el gran paso del Perdón, cuya procesión no había podido salir el Lunes Santo por la absoluta falta de medios, pues hasta la Iglesia de San Antolín había sido barrida del mapa. Pero la gran novedad fue la presencia, como imagen principal del cortejo, de un imponente Yacente procedente de San Juan de Dios, que con los años se convertiría en Titular de la Cofradía del mismo nombre y cada Sábado Santo preside su procesión. Las andas a las que se adaptó esta talla fueron del Sagrado Corazón de Santo Domingo, cedidas por su camarera.

Hay que decir, en honor a la Verdad, que a la una de la madrugada de aquel Jueves Santo también salió de la Catedral un vía crucis al que se denominó procesión del Silencio, sin que tenga nada que ver con la que en la actualidad ostenta ese nombre. Como es cierto que algún otro ejercicio piadoso de este tipo tuvo lugar en años sucesivos.

Pero procesión con pasos, y desde la Catedral, la del Viernes Santo día 7 de abril del año 1939.