Durante la Guerra Civil y la II Guerra Mundial muchos centros históricos de España y Europa sufrieron bombardeos y algunos acabaron semidestruidos. Pero, actualmente, cuando los visitamos turísticamente, vemos que prácticamente su totalidad han sido rehabilitados: Cinco ciudades europeas que renacieron de sus cenizas después de la II Guerra Mundial -

En España tenemos estupendos ejemplos de reconstrucción en ciudades como Toledo, Cuenca, Belchite, Guernica, etc…

Gran parte de los cartageneros coincidimos en que Cartagena es estéticamente una ciudad neutra, corriente, vamos que no destaca por ser atractiva. Sin embargo, todos coincidimos en que el puerto tiene una gran belleza natural y, también, aunque no tanto, el Conjunto Histórico (CH). 

En todas las declaraciones, publicaciones y eventos de tipo turístico que realiza el gobierno municipal, menciona como importantes los atractivos turísticos de tipo arqueológico (púnicos y romanos), el Patrimonio Defensivo de Costa, el Puerto y El Conjunto Histórico. Llegados a este punto podemos preguntarnos ¿qué es el Conjunto Histórico, cuáles sus características y tamaño?

 Según el BOE de fecha 2 de febrero de 1981, el ministerio de Cultura calificó el CH como Bien de Interés Cultural (BIC), que es el grado máximo de protección que puede tener un atractivo cultural e, incluso, delimitó su entorno. Vale la pena leer el preámbulo del Real Decreto donde menciona explícitamente que busca proteger la degradación del CH. Además, menciona claramente que busca proteger, también, las construcciones más modestas y llega al detalle específico de los miradores y balcones.

Los Bienes de Interés Cultural de la Región de Murcia son aquellos elementos que cumplen los requerimientos conforme a la Ley 16/1985, de 25 de junio. Esta ley estatal se desarrolla con la Ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la CARM que dice:

Punto 4. b) a los efectos de la presente Ley, tiene la consideración de Conjunto Histórico la agrupación de bienes inmuebles que forman una unidad de asentamiento, continua o dispersa, condicionada por una estructura física representativa de la evolución de una comunidad humana, por ser testimonio de su cultura o constituir un valor de uso y disfrute para la colectividad, aunque individualmente no tengan una especial relevancia.

Pero el propio ayuntamiento, con la colaboración de la Comunidad Autónoma, lejos de protegerlo, arrasaron completamente los PERI de Monte Sacro, Despeñaperros y gran parte de Molinete y Parque Torres. Si estos regidores públicos hubiesen gobernado Granada, el Albaicín sería hoy un solar para aparcar coches.

Los cartageneros somos testigos de lo mucho que desde 1985 ha cambiado el Conjunto Histórico: se han construido una urbanización moderna –como es el residencial universitario–, numerosos edificios de diseño moderno y con materiales actuales en las fachadas protegidas, todo ello dentro del CH. Varios expertos de cultura nos han dicho que eso es del todo irregular. Pero hecho está, y nadie se ha preocupado de criticarlo.

¡Los cartageneros vemos impotentes lo que está sucediendo, pero no indolentes!

  ¿Es posible que en esta Región seamos más bárbaros que las propias guerras?

Hace pocos días asistí a una muy interesante tertulia, La Cartagena Modernista: historia, cultura y arquitectura de una época dorada, donde se hicieron dos importantes comentarios: “un edificio es una unidad compuesta de fachada e interior, una fachada sola no es un edificio”, y “hoy hay que construir con materiales y estilo actual”. Lamentablemente no dio tiempo a debatir sobre cómo debe ser la rehabilitación del CH.

Por tanto, las preguntas que quedan en el aire son: ¿Cómo queremos que sea el CH ahora que se está impulsando la construcción de los 184 solares de propiedad privada que quedan sin construir? ¿Qué pasará a continuación con el resto del CH, de propiedad pública?

Hoy en día los turistas solo recorren el eje Héroes de Cavite-Plaza de España, calles del Cañón, Santa Florentina y algunos llegan hasta la plaza de San Francisco, pero muchos somos testigos de que hacen tantas fotos a las fachadas de los edificios en ruinas (C/ Aire, Mayor y Cuatro Santos) como a los edificios singulares que aún quedan. De hecho, es difícil de encontrar un lienzo de fachadas que no tenga alguna interrupción por una construcción moderna.  Por lo que si se mantiene el mismo criterio ocurrirá como con el CH de Murcia: una colección de fotografías para el recuerdo y la nostalgia (‘La Murcia que perdimos: una exposición para el recuerdo’, exposición fotográfica en la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, marzo de 2024).

Si no tiene sentido mantener las fachadas sin el resto del edificio y los nuevos edificios deben ser de estilo y con materiales actuales, cuando se construyan todos los que faltan ya no tendremos un Conjunto Histórico y perderemos ese atractivo cultural y turístico. ¿Queremos eso?

Personalmente creo que hay una opción intermedia: construir edificios como algunos buenos ejemplos que se han hecho en esta última década. No son edificios modernistas pero por sus fachadas y balcones de hierro sí son lo suficientemente “neutros” para no desentonar del Conjunto y mantener la armonía. El objetivo debe estar claro: no repetir lo que se ha hecho con el Centro Antiguo de Murcia.

Dejo una pregunta abierta: ¿Qué queremos los cartageneros que prime más con relación al CH, “el derecho a la ciudad o el derecho al aprovechamiento turístico”? El derecho a la ciudad  lo podemos resumir, tal y como vamos,  como la aceptación de convertir el CH de Cartagena en algo similar al Centro Histórico de Murcia. El derecho al aprovechamiento turístico sería, aprovechar los atractivos turísticos actuales: Puerto, Arqueología, Conjunto Defensivo de Costa y Conjunto Histórico acatando la Ley de Protección del Patrimonio (lo que heredamos de nuestros antepasados y que no tenemos derecho a destruir porque debe pasar a nuestros descendientes) para concentrar los beneficios de este sector en un solo barrio.

Alguien debe decirnos qué futuro espera a nuestro Conjunto Histórico, si acabará como el de Murcia o lo mantendremos como se hace en Toledo.

Francisco Morales. Técnico en empresas turísticas.