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WOMEN TALKS: APRENDIENDO DE ELLAS / CÁTEDRA MUJER EMPRESARIA Y DIRECTIVA

Cuando el agua no llega

"¿Qué pasa cuando una población se queda, de un día para otro, sin agua potable?"

Publicado: 20/07/2025 ·06:00
Actualizado: 20/07/2025 · 06:00
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Nos hemos acostumbrado a hablar de agua en términos estructurales: trasvases, regadíos, desaladoras, sequías prolongadas. Pero hay otra dimensión más urgente, menos visible y mucho más frágil: ¿qué pasa cuando una población se queda, de un día para otro, sin agua potable?

No es una hipótesis remota. Ya lo hemos visto tras DANAs, incendios o simplemente tras una rotura en la red. Tras la Dana en Valencia más de 100 depuradoras quedaron fuera de servicio, así como redes de saneamiento, lo que dejó a decenas de municipios sin acceso a agua potable. Porque cuando el suministro se corta y la logística no responde a tiempo, lo que parecía una incomodidad se convierte en una situación de riesgo, especialmente para menores, mayores y personas con necesidades sanitarias. La OMS estima que, tras una catástrofe, hasta un 80 % de las enfermedades en zonas afectadas están relacionadas con el consumo de agua contaminada. En los días posteriores a una interrupción del suministro, aumentan los casos de gastroenteritis, infecciones cutáneas y enfermedades respiratorias, especialmente en menores y personas mayores. En esos momentos, no se puede esperar a que lleguen las cisternas ni improvisar soluciones. El acceso al agua potable se convierte en una carrera contrareloj, y no siempre se gana.  

 

Si algo hemos aprendido es que, cuando llega una emergencia, el problema no es solo el agua que falta, sino la previsión que nunca llegó"

 

Por suerte, también hay avances. Existen unas mochilas portátiles que permiten obtener agua segura sin depender de infraestructuras ni electricidad. Equipos autónomos, transportables, que no pesan más de 7 kg y que pueden activarse en minutos. No se trata de sustituir redes de abastecimiento, sino de anticiparse al vacío logístico que se abre entre la emergencia y la respuesta oficial.

Esto no debería sonar a innovación futurista. Es planificación básica. Sobre todo, si sabemos que el 80 % de las enfermedades tras una crisis están relacionadas con el consumo de agua contaminada, y que la respuesta oficial puede tardar más de dos días. Algunos países ya lo han entendido: disponen de protocolos de abastecimiento autónomo para hospitales o escuelas. Porque si algo hemos aprendido es que, cuando llega una emergencia, el problema no es solo el agua que falta, sino la previsión que nunca llegó. Y lo cierto es que la eficiencia hídrica no empieza cuando abrimos el grifo, sino cuando dejamos de depender por completo de él. 

Murcia es una región que conoce el valor del agua mejor que nadie, con un 43% de estés hídrico, sufre una presión de agua muy superior a la media europea, y se estiman una probabilidad del 20% de sequías graves para la próxima década. Pero a veces lo urgente se esconde detrás de lo estructural. El derecho al agua no debería depender de si una carretera está cortada, una bomba se estropea o un equipo tarda en llegar.

En tiempos de crisis climática, el acceso rápido, seguro y autónomo al agua potable no puede depender de la suerte. Ni de la espera.

 

Carmen Balsalobre

Directora Dpto. de Proyectos en ECOHIDRO Agua y medio Ambiente

Cátedra de la Mujer Empresaria y Directiva

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