MURCIA. ElPozo Murcia Costa Cálida se clasificó para las semifinales de la Primera División de fútbol sala cinco años después al vencer por penaltis en su ronda de cuartos de final ante el Viña Albali Valdepeñas, el colofón a un partido que concluyó con el resultado de 1-1 tras la los 40 minutos y los 6 de la prórroga y en el que los granas se llevaron la segunda victoria en los tres choques disputados con sendos tiros desde los 6 metros parados por Edu Sousa y Juanjo. El rival de los murcianos en la pelea por acceder a la final será el XXXXXXXXXXXXXX, que venció al XXXXXXXXXXX.
Como cabía esperar el tercer encuentro de esta confrontación fue muy táctico y con ambos contendientes tomando precauciones para que el contrario no le hiciera demasiado daño.
Incluso así por parte del conjunto dirigido por Dani Martínez lo intentaron en la primera parte Esteban con un tiro lejano que se estrelló en el palo; y luego Felipe Valerio, Eric Pérez, Marlon, el propio Esteban, Marcel y Rafa Santos pero entre el portero Álex González y la falta de puntería los granas no fueron capaces de inaugurar el marcador.
Lo mismo les ocurrió a los atacantes del cuadro entrenado por David Ramos. Lolo, Pol Pacheco, Eloy Rojas y Eric Martel llevaron peligro pero tampoco tuvieron el acierto preciso para batir a Juanjo.
En la segunda parte se mantuvo las misma tónica. Hubo ocasiones porque es fútbol sala y siempre las hay pero lo cierto es que las defensas estuvieron mejor que los ataques. Tuvo que ser con un disparo lejano como se abrió el marcador. Lo ejecutó Rafa Santos para sorprender a Álex González y, a 10 minutos y 14 segundos del final, lograr el gol que en ese momento le daba el pase a ElPozo.
La reacción manchega llegó y Juanjo le negó el empate a Eloy Rojas. El 1-1 sí llegaría en el minuto 35 en una jugada entre dos ex charcuteros. Fernando, en el área, aprovechó un envío de Alberto García. El que fuera capitán de los murcianos pidió perdón en su celebración, algo entendible porque, además de haber portado su brazalete, se formó la cantera del club al que le había hecho la igualada en un tercer partido de una semifinal liguera.
Con ese resultado concluyó el choque y en la prórroga no pasó mucho a pesar de que ambos equipos utilizaron el portero jugador con Marcel y Eric Martel. Así, la clasificación se resolvería en una nueva tanda de penaltis, como la del primer duelo de esta seria, aquella decidida a favor de los ciudarrealeños.
En esta ocasión se impuso ElPozo. Marcel, Niyazov, Marlon, Felipe Valerio y Bruno Taffy acertaron y falló Gadeia el segundo lanzamiento de los locales -paró Álex González-.
En el Viña Albali Pol Pacheco, Eric Martel, Eloy Rojas y Lolo marcaron pero Alberto García se topó con Edu Sousa en el tercer y Rafa Rato con Juanjo en el quinto y último.
Ficha técnica:
1+5. ElPozo Murcia Costa Cálida: Juanjo, Gadeia, Bruno Taffy, Marcel y Rafa Santos -equipo inicial-, Felipe Valerio, Ricardo Mayor, Esteban, Niyazov, Eric Pérez, Marlon y Edu Sousa.
1+4. Viña Albali Valdepeñas: Álex González, Lolo, Fernando, Alberto García y Pol Pacheco -equipo inicial-, Bynho, Rafa Rato, Eloy Rojas, Eric Martel, Boyis y Solano.
Goles: 1-0, M.30: Rafa Santos. 1-1, M.35: Fernando.
Árbitros: Pablo Delgado Sastre, del comité valenciano; y Aitor Felipe Madorrán, del comité vasco. Mostraron la tarjeta amarilla a los locales Gadeia y Rafa Santos y a los visitantes Eric Martel, Bynho y Boyis.
Incidencias: Tercer y último partido de los cuartos de final de la Primera División de fútbol sala que se disputó en el Palacio de los Deportes de Murcia ante unos 5.000 espectadores, un centenar de ellos llegados desde Valdepeñas. Antes del inicio del encuentro se rindió homenaje al equipo juvenil de ElPozo Murcia por haberse proclamado campeón de la Liga. EFE
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BALONCESTO. UNICAJA DE MÁLAGA, 83; UCAM MURCIA CB, 101
Festival murciano en Málaga: el UCAM CB vuelve a imponerse al Unicaja y está a un triunfo de la final
MURCIA. Un auténtico festival murciano en Málaga para estar a un triunfo de la final de la Liga Endesa. El UCAM Murcia Club Baloncesto venció por 83-101 su segundo partido frente al Unicaja en apenas 48 horas y estableció el 0-2 a su favor en la semifinal, programada al mejor de tres victorias. Después de llevarse el primer partido de la serie el martes por 79-88 en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena esta nueva victoria acerca a los de Sito Alonso a un objetivo que sería más histórico todavía.
El encuentro arrancó muy bien para el UCAM CB, que dobló a su oponente en el marcador: 9-18 superado el ecuador del primer periodo tras otro buen inicio de partido del equipo murciano, muy intenso y atacando de forma resolutiva y ya con dos triples anotados por Rodions Kurucs y Ludde Hakanson.
Ibon Navarro se vio forzado a pedir tiempo muerto y el Unicaja reaccionó a lo que le pedía su técnico y la consecuencia de ello fue satisfactoria. Sin embargo, la tremenda voracidad de Yannis Morin yendo al rebote ofensivo y llevando ya nueve puntos hizo que el cuadro universitario llegase al primer parón obligado del encuentro todavía por delante, en concreto cuatro tantos arriba (21-25).
Los granas, hoy nuevamente con uniforme de color crema, seguían mandando merced a su acierto exterior -Dustin Sleva, Troy Caupain y Moussa Diagne- y el colchón volvió a ser interesante (25-33). Sí, pero enfrente estaba un rival potente y, además, jugando con todas las alertas puestas y arropado por su bulliciosa afición.
Varios errores no forzados del UCAM CB dieron pie a la reacción de los verdes, que, con un triple de Kendrick Perry, igualaron el choque a 35. El choque era una batalla, algo lógico por lo mucho que había en juego, y un golpe de Dylan Osetkowski en la cara a Morin propició que éste se retirase al vestuario sangrando. La jugada se saldó con la señalización de la falta al francés, quien además fue castigado con una técnica por hacer una reverencia al público. Decisiones arbitrales cuanto menos controvertidas.
Lo mejor que le podía pasar al equipo de Sito Alonso, quien por cierto recurrió durante algunos segundos primero al canterano Will Falk y luego a David Jelínek, poco utilizado durante el curso, era que llegase el descanso y lo alcanzó por detrás pero estando absolutamente en la pelea (45-44).
Morin, quien estaba siendo el jugador más productivo del UCAM CB, recibió seis puntos de sutura y volvió a la cancha en el quintento de la segunda parte con aparatoso vendaje en la cabeza.
Con Rodions Kurucs enchufado el UCAM CB continuó apretando y de qué manera. Sendos canastones de Morin y Dylan Ennis y un par de triples del propio Kurucs y de Ludde Hakanson devolvieron la máxima ventaja a los murcianos (56-65, un bonito marcador capicúa en el minuto 26).
Ibon Navarro lo paró de nuevo pero los de la Universidad Católica no cesaron y, con un ataque muy fluido, pusieron el +13 (51-74).
En los diez minutos finales la firme defensa del UCAM CB frenó el ímpetu de su rival y un triple de Caupain supuso el 65-80 a seis minutos y medio del final. Lo tenía muy cerca pero no lo tenía hecho.
Con 68-83 Alberto Díaz salió al rescate de su equipo como buen capitán y un triple y una bandeja del pelirrojo hicieron creer a sus compañeros que aún podían salvarlo. Sito, muy rápido, llamó a sus jugadores para darles un respiro y algunas instrucciones con cinco minutos por jugar y un +10 (73-89). E hizo muy bien. Seis puntos seguidos y 16 arriba. Con tres minutos y medio para la conclusión ya sí que estaba el 0-2 casi asegurado. Ahora ya sí. El encuentro acabó con festival murciano en Málaga. Buena parte de la afición local, que se marchó antes del bocinazo final, no terminó de ver el 83-101 con el que concluyó la contienda -llegaron a ser 20 los puntos de diferencia con el 77-97-. El centenar de aficionados que viajaron desde la capital del Segura lo gozaron a base de bien. El sábado, en casa, se les sumarán otros 7.000. La ocasión lo merece.