MURCIA. Levantarse a las 6 de la mañana para desplazarse a Murcia desde Almería no le supuso ningún inconveniente a Salvador Álvarez. Lleva 25 años dedicado al cultivo de tomates y tenía claro que debía estar presente en la manifestación de este miércoles por las calles de Murcia. "Todos tenemos el mismo problema seamos de donde seamos y es que nos cuesta más la producción que lo que nos pagan por ella, y ya está bien", aseguraba a Murcia Plaza en pleno centro de la Gran Vía y con las bocinas de centenares de tractores y camiones sonando a todo trapo.
Y es que el grito del sector agrario que sonó ayer tenía voces llegadas desde todos los puntos de la Región. Desde los productores de miel del Altiplano hasta los de brócoli de Lorca, pasando por los de pimientos, lechugas o tomates del Campo de Cartagena. Todos luchaban por una causa y problemas comunes: la subida de costes, la planificación del Tajo, el precio del agua desalada, los precios en origen y la competencia desleal.
"La huerta de Europa se nos muere"; "Supermercados y gobiernos, traidores, los costes nos los comemos los agricultores"; "Transición ecológica de la ministra Ribera, imposición ideológica" o "Nos estáis ahogando y no con agua" fueron algunos de los cánticos escuchados mientras los tractores tomaban la Gran Vía y colapsaban el tráfico en el centro de Murcia en una marcha que más allá de los problemas temporales para circular no dejó ningún incidente reseñable.
Con mucho ruido -que incluía fuertes pitos-, cerca de 6.000 agricultores se dejaron oír. Fue una manifestación extraña, ya que a ella acudieron desde el presidente del Gobierno regional, López Miras (PP), pasando por representantes de los partidos de la oposición como el PSOE y Ciudadanos. Todos los grupos políticos con representación en la Región de Murcia se sumaron, excepto Podemos.