La floración de Cieza es un espectáculo de la naturaleza que tiene lugar cada año los meses de febrero y marzo en las hectáreas de frutales de hueso de este municipio. Los árboles en flor se tiñen de rosa para celebrar este fenómeno natural, desde mecolotoneros -los más conocidos de esta zona-, hasta ciruelos, almendros, albaricoqueros... que crean paisajes únicos y atraen a miles de visitantes cada año.
La floración también se ha convertido en un reclamo turístico repleto de actividades. Para hacer una visita por libre, a pie o en bici, hasta disfrutar de sus atardeceres. Estas son algunas de las rutas para disfrutar de sus paisajes:
Ruta en la Sierra de Ascoy
Se trata de una ruta en el mirador de la Sierra de Ascoy, rehabilitada recientemente, y que ofrece una vista área de todo el entorno de los árboles en flor. Desde este mirador también se puede disfrutar de las panorámica del pueblo y el barranco de los Grajos, en el que existen pinturas rupestres neolíticas declaradas patrimonio de la humanidad.
Ruta desde el mirador del Olmillo
Otro de las rutas más conocidas comienza desde el mirador del Olmillo, ya que es el más cercano al casco urbano. Hasta el mirador de la Macetúa hay un recorrido que permite disfrutar de los frutales bañados de rosa, dando lugar a un lienzo colorido de las 1.300 hectáreas de frutales con las que cuenta Cieza.
Ruta por la Vía Verde
El recorrido comienza en el área de acogida de La Corredera, donde se separa la nueva variante de Camarillas del antiguo ferrocarril. Desde Cieza, se llega por la Vía Verde del Chicharra y luego se toma un tramo de unos tres kilómetros señalizado. La vía verde asciende suavemente hasta la antigua Estación de La Macetúa, a unos 4 km, donde se ha creado un área de descanso.
La ruta de la Brujilla
La ruta de La Brujilla permite ver la floración de los huertos de Cieza, que producen frutas como melocotones, ciruelas y nectarinas. El recorrido es fácil y apto para toda la familia, con senderos anchos y cómodos, sin mucha pendiente, y dura unas 2 horas. Empieza en el Molino de Teodoro, un antiguo molino convertido en museo, con una fachada azul, junto al río Segura, donde se puede dejar el coche.
Otros lugares para disfrutar de la floración en la Región
El Campo de Cartagena, repleto de almendros, se convierte en un manto blanco y rosáceo en esta época del año y se aprecia especialmente en lugadres como la diputación de Molinos Marfagones.
En Mula, cada mes de febrero sus casi 21.000 hectáreas de almendros se tiñen de blanco y rosa. Se trata de la primera floración del año de toda Europa, un espectáculo que atrae a turistas, potenciando la economía local de este municipio.