MURCIA. Las primeras jornadas de rebajas en el pequeño comercio de Murcia han comenzado con sensaciones agridulces. Los comerciantes coinciden en señalar que las ventas han arrancado con menos fuerza de la esperada y apuntan dos factores que frenan a los clientes a bajar al centro: las altas temperaturas y los problemas de aparcamiento.
Desde una tienda de moda infantil explican que "las ventas han empezado flojas, aunque hay expectativas en que mejoren". Según indican, uno de los principales problemas es la movilidad en la ciudad: "La gente ya no quiere bajar tanto a Murcia porque el nuevo aparcamiento solo te permite estar una hora y media, y no les da tiempo a hacer casi nada en ese tiempo", lamentan.
El alto precio de los parkings es otro de los problemas que critican y es que, aunque se han habilitado aparcamientos disuasorios, consideran que "no tienen buenas conexiones con el centro y la gente no los usa". "Este plan no favorece al pequeño comercio. Las familias no bajan tanto a comprar por la incomodidad y los precios. Tristemente la llama del pequeño comercio se va apagando", concluyen.
Por su parte, en una zapatería conocida en el centro de la ciudad también reconocen que la campaña de rebajas ha arrancado de forma tímida, aunque se muestran algo más optimistas. "Por la mañana hay bastante movimiento, aunque por las tardes está desierto", explican. En su opinión, las altas temperaturas son otro obstáculo para atraer a los clientes: "A esas horas nadie quiere estar por la calle y la mejor opción es ir a los centros comerciales".
En la misma línea se manifiesta el presidente de la Federación de Comercio de la Región de Murcia (Coremur), Jesús López Pay, quien coincide en que la primera semana de rebajas suele ser floja porque "muchos optan por los centros comerciales", aunque confía en que en los próximos días aumente la afluencia al centro. No obstante, también reclama mejoras urgentes en la movilidad y los aparcamientos: "Debería haber más plazas y más económicos, porque si no se acabará destruyendo el pequeño negocio".
Tanto los comerciantes como el presidente de Coremur aseguran que han tenido que iniciar la campaña con ofertas muy agresivas para hacer frente a lo que denominan "la competencia desleal", en referencia a los grandes gigantes del comercio chino, que marcan precios difíciles de igualar para el pequeño comercio local.
Apesar de las dificultades, los comerciantes esperan que las ventas se animen en las próximas semanas, aunque insisten en que para garantizar la supervivencia del pequeño comercio es imprescindible facilitar el acceso al centro y competir en igualdad de condiciones con los grandes centros comerciales.