MURCIA. A primera hora de la mañana de un viernes de agosto, la céntrica calle Alfonso X, una de las arterias más transitadas del centro de Murcia, respira tranquila. La calma domina el paseo, apenas interrumpida por un par de vecinos que caminan sin prisas, muy lejos del ajetreo constante de los meses de otoño e invierno. El calor explica en parte la estampa: a esas horas, la ciudad se muestra más vacía, con las persianas de muchos comercios todavía bajadas y las terrazas aún por montar.
Pero cuando el sol empieza a ceder, la ciudad despierta. Al caer la tarde, vecinos y turistas se animan a salir; las terrazas vuelven a llenarse y las principales plazas recobran ambiente. Murcia ya no entra en el letargo absoluto que caracterizaba el mes de agosto.
El ritmo se frena, sí, pero la ciudad no se vacía como antes. Incluso durante la primera quincena —tradicionalmente la más difícil hasta el puente de la Asunción— se ha notado presencia de turistas y residentes que optan por quedarse.

- Murcia en agosto -
- Foto: JUAN CARLOS CAVAL
El sector hostelero también ha percibido la diferencia. Lo que antes era un mes ‘seco’ para muchos bares y restaurantes, ahora ya no les 'asfixia' tanto. La presencia de turistas y familias se ha hecho notar en terrazas y cafeterías, incluso en horario de mañana.
“La mayoría de los clientes que tenemos en agosto son trabajadores. Hoy en día, en muchas parejas trabajan ambos, y es difícil que los dos puedan cogerse todo el mes de vacaciones al mismo tiempo. Eso se nota en la actividad, porque hay más gente que permanece en la ciudad”, señalan desde la asociación de hostelería HoyTú.
Otro indicador de este cambio se ve en el aparcamiento. Aunque el tráfico es más ligero que en invierno o primavera, las calles no llegan a vaciarse. Encontrar sitio es más sencillo, en parte gracias a la gratuidad de la zona azul durante todo agosto, lo que anima a muchos a acercarse al centro sin la preocupación habitual. Pasear por la ciudad o hacer gestiones resulta ahora menos estresante, y esa mayor comodidad refleja cómo Murcia, aun a un ritmo más pausado, sigue teniendo vida en pleno verano.
En la Plaza de las Flores, siempre con su bullicio característico, el ambiente es más tranquilo, pero sigue habiendo bares concurridos. Las calles Trapería y Platería muestran otra cara del agosto murciano: la mitad de las tiendas han bajado la persiana con el cartel de “Cerrado por vacaciones”, mientras que las franquicias que permanecen abiertas sostienen el pulso comercial del centro y atraen movimiento en un mes que sigue siendo el más flojo para los comerciantes.

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- Foto: CPM IMAGEN