MURCIA. La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha anunciado que los pinos centenarios de Churra, un conjunto arbóreo monumental único vinculado a la huerta tradicional de Murcia, han sido incluidos oficialmente en la Lista Roja del patrimonio natural en peligro de Hispania Nostra, tras la solicitud formal realizada por la propia Huermur.
Esta inclusión representa, según señala la asociación, una grave llamada de atención de gran magnitud, pues solo 29 bienes naturales figuran actualmente en esta lista de ámbito estatal, y tres de ellos están en la Región de Murcia -el Mar Menor, los Molinos Salineros de Veneziola en La Manga y, ahora, los Pinos de Churra en la huerta de Murcia-. Huermur califica este dato como “una muestra inequívoca de la deriva ambiental y patrimonial de esta Región, y del municipio de Murcia en particular".
De los 26 pinos protegidos en 2001, apenas sobreviven siete en pie. "El resto han desaparecido bajo la indiferencia de quienes tenían y tienen la obligación legal de custodiar este patrimonio vivo. Es decir, el Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Medio Ambiente. Todo ello, a pesar de que los pinos están protegidos por el PGOU de Murcia desde 2001 y por la Ley 14/2016 de Patrimonio Arbóreo Monumental. A día de hoy, pese a las denuncias reiteradas de Huermur y los visibles signos de declive, ni el Ayuntamiento de Murcia ni la Consejería han adoptado medidas eficaces, realistas y continuadas para salvar lo que queda de este conjunto", denuncia la asociación murciana.
“Lo que hoy certifica la Lista Roja no es solo la muerte lenta de unos árboles centenarios, sino la muerte institucional de la huerta de Murcia. Mientras las administraciones se dedican a lanzar campañas, anuncios y eventos propagandísticos como el 1.200 aniversario de la ciudad, lo que está desapareciendo ante nuestros ojos son los símbolos reales de nuestra identidad”, ha denunciado Sergio Pacheco, presidente de Huermur.
La entidad conservacionista señala como causas posibles causas principales de esta situación el entubamiento y hormigonado de la acequia de Churra la Nueva, que dejó sin humedad natural a los pinos; las enormes presiones urbanísticas y especulativas en esta zona de huerta, que han degradado el entorno huertano tradicional. E igualmente, el vergonzoso inmovilismo político en medio de un PGOU de 2001 que Huermur califica de “caducado e inservible, al servicio de quienes buscan construir y especular, y no de quienes buscan conservar”.
Ante esta situación, Huermur reclama a las administraciones la adopción urgente de medidas de conservación, "empezando por un riego a manta de los ejemplares supervivientes a través de la acequia original de Churra la Nueva, así como la reposición de los ejemplares perdidos mediante la plantación de nuevos pinos del mismo linaje genético".
“De nada sirve presumir de capital verde, smart city, los 1200 años de la ciudad o turismo sostenible mientras se permite que mueran uno tras otro estos árboles centenarios, que llevan más tiempo aquí que muchas de las instituciones y políticos que hoy les dan la espalda”, concluye Pacheco.