MURCIA. Agosto ya no es sinónimo de hoteles a medio gas en Murcia. Contra todo pronóstico, el mes tradicionalmente más flojo del año para el sector ha cerrado con la mejor ocupación desde 2006, alcanzando un 61,5% de media. La cifra supone un crecimiento del 9,5% respecto a 2024 y, sobre todo, la superación de la barrera psicológica del 60% que durante años parecía inalcanzable en estas fechas.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Murcia (Ashomur), Felipe Saldaña, reconoce que esta recuperación “ha sido una sorpresa”, ya que el sector estaba preparado para un mes con poco movimiento. En su opinión, el repunte responde a una combinación de factores: “Hay una mayor demanda, posiblemente porque otras ciudades están muy saturadas, y Murcia ofrece buena gastronomía y cercanía a distintos destinos, a precios más baratos”.
Uno de los elementos que más ha impulsado la ocupación en agosto ha sido la programación cultural. Los conciertos de Carlos Santana y Alejandro Fernández, celebrados los días 1 y 12 de agosto, dispararon la demanda hotelera hasta un 30% por encima de las cifras de 2024 en esas mismas jornadas.
Para Saldaña, este tipo de eventos marcan la diferencia y deberían reforzarse: “Necesitamos más conciertos, y a ser posible internacionales, para atraer a un mayor número de turistas extranjeros, que además suelen gastar más en su estancia en la ciudad”.
Retos de agosto y mirada a septiembre
A pesar de los buenos datos, Saldaña subraya que todavía persisten algunos retos para consolidar la recuperación del mes más tradicionalmente flojo. En particular, reclama reforzar la seguridad durante agosto, cuando la ciudad está más vacía: “Muchos de los huéspedes que visitan Murcia en este mes de menor ocupación pueden convertirse en clientes recurrentes si su experiencia es plenamente satisfactoria”.
De cara a septiembre, el sector encara el mes con optimismo. Uno de los principales focos de demanda será el desfile de Moros y Cristianos, que se celebrará el sábado 13 de septiembre y que tradicionalmente atrae a visitantes de toda la región y comunidades cercanas. Según Saldaña, se espera un “lleno técnico” en los hoteles de la capital, ya que muchos turistas reservan con antelación para asistir a los actos principales y disfrutar de la programación completa de las fiestas.