MURCIA. Que tu casa sea por dentro una especie de palazzo veneciano -repleto de lujo oriental, historia y arte-, es algo posible en el mismo corazón de la ciudad de Murcia. Porque esto es, precisamente, lo que ofrece en plena Plaza Cardenal Belluga esta vivienda, que posiblemente se encuentre entre las propiedades más singulares del mercado inmobiliario regional. Por muchas razones. Las mismas que están detrás de su precio: 830.000 euros.

Lo primero que llama la atención -tal y como destaca Fuensanta Abad, socia  de Abad Grupo Inmobiliario- es la propia ubicación, ya que la vivienda de 178 m² se encuentra en la segunda planta de un edificio histórico, el emblemático Palazón Brugarolas -construido en 1930-, justo enfrente del Palacio Episcopal y con vistas directas a la imponente fachada de la Catedral de Murcia.

Cuentan desde la inmobiliaria murciana que esta residencia única fue originalmente el estudio del reconocido arquitecto Tárraga, colaborador de Rafael Moneo y responsable de la actual configuración de la plaza, conservando en la actualidad el alma creativa y sofisticada de su origen. "Combina la funcionalidad contemporánea con detalles decorativos y artísticos de altísimo valor, evocando, en definitiva, un aire palaciego de inspiración veneciana con matices orientales", describen sus vendedores.

Cabe destacar que la propiedad cuenta en total con 4 dormitorios, 2 amplios salones, 2 cocinas, 2 baños completos (uno en suite), aseo de cortesía y trastero. Y que la reforma que se llevó a cabo quiso dotar al espacio de una mayor privacidad e independencia, estando actualmente dividida en dos apartamentos.

Con respecto a la decoración, cualquier descripción se queda corta, ya que la vivienda sorprende con una arquitectura similar a la de un palacete veneciano, con una arquitectura recta y muy sobria, así como con los elementos decorativos arabescos típicos de estas construcciones, tanto en lámparas como en el resto de mobiliario.

Hasta la barandilla es una obra de arte

Para dar una idea de la calidad de todas las piezas que conforman este ambiente palaciego, se puede señalar que las lámparas fueron importadas de Turquía y que los muebles, puertas y toda la madera empleada es de mahogany y fue fabricada a medida en Indonesia. También llaman la atención los radiadores de hierro fundido, con más de una tonelada de peso, junto a chimeneas funcionales en cada salón, que "garantizan una calidez acogedora en invierno".

"En los laterales de la chimenea del salón interior hay unos esmaltados del siglo XVIII que representan unas imágenes del Quijote. En este mismo salón hay un friso de fibra de vidrio de aspecto románico con unos pequeños imafrontes que representan a Sísifo y sobre su puerta hay doce relieves que representan las pruebas de Hércules y ambos hacen juego con la chimenea de mármol rematada con columnas de madera torneada", enumera Abad Grupo Inmobiliario. Y añade, por si fuera poco, que "la barandilla del salón exterior es una obra artesanal única en forja y cristal soplado de colores, firmada por el escultor murciano Flyppy".

Los suelos hidráulicos antiguos -con dos colores en el salón y cuatro en la cocina- remarcan el carácter histórico del edificio y se combina en el resto del inmueble con tarima de madera, pino o roble según la zona, aportando calidez y elegancia.

En definitiva, se trata, según Abad Grupo Inmobiliario -especialistas en vender propiedades en Murcia- de "una propiedad irrepetible, donde el diseño, el arte y la historia se funden con el entorno urbano más representativo de Murcia. Ideal tanto como residencia privada de lujo como para uso profesional de alto nivel".