Murcia

Crónicas de una Región misteriosa

Estos son los misterios que envuelven el origen del cementerio de Espinardo

  • El Misterioso Origen del Cementerio de Espinardo

Durante siglos, las iglesias fueron lugares donde la comunidad realizaba diversos usos, culto, ceremonias religiosas, matrimonios, rogativas, acción de gracia a la Divinidad, funerales, pompas fúnebres, conciertos religiosos, etc. Pero sin lugar a dudas era el camposanto del barrio, la ciudad o el territorio, sobre todo desde finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, donde prácticamente todos los feligreses querían ser enterrados en terreno sacramental, respetando las diferentes zonas jerárquicas por supuesto donde, en función de la condición económico-social, los lugares de enterramiento estaban ubicados desde la Capilla Mayor hasta zonas de tránsito pero siempre dentro del perímetro de la susodicha iglesia.

Con el auge demográfico del siglo XVIII en la ciudad de Murcia y con el colapso para el enterramientos en centros eclesiásticos, unido a la Real Cédula de Carlos III de 1787 por la que recomiendo buscar lugares de enterramiento fuera de las ciudades,es el momento en el que comenzamos a encontrar cementerios más a allá de estos recintos sagrados. Gracias a la ayuda del Conde de Floridablanca se crearon dos cementerios de propiedad eclesiástica, más allá de los muros de la ciudad de Murcia:

-Cementerio Puerta de Orihuela. Al Este, entre el camino a Orihuela y Caravija. Sin apenas datos ni planos de él, sabemos que es uno de los primeros de toda España, siendo posiblemente su autoría – desconocida a día de hoy – a Lorenzo Alonso, arquitecto relacionado con la Catedral de Murcia y representante de los movimientos artísticos el momento. Por su parte, fue el Obispo Victoriano López Gonzalo quien realizó la bendición del lugar el 30 de octubre de 1796. En muy poco tiempo quedó obsoleto en concepto, debido a la expansión de la ciudad por esa zona hacía que las casas del Barrio de la Trinidad estuvieran muy próximas al cementerio.

-Cementerio Puerta de Castilla o Albatalia. Al Norte y Oeste, muy cerca del final del Paseo del Malecón e inaugurado en 1811, a puertas de la epidemia de fiebre amarilla. Construido posiblemente por el maestro del Cabildo de Arquitectos Francisco Bolarin García, comparte con el anterior una planta rectangular con Capilla en donde oficiar eventos religiosos y funerarios. Pero en poco menos de 50 años se volvió a tener los mismos problemas, pues la evolución de la ciudad hacía que los lugares destinados para enterramientos fuesen absorbidos por el propio crecimiento y expansión de la urbe. Ambos cementerios fueron clausurados en 1887 ante la falta de espacio.

  • El Misterioso Origen del Cementerio de Espinardo -

Es en torno a 1881 cuando se comience a plantear la necesidad real de un nuevo cementerio y su posible ubicación. En un primer momento se pensó al sur de la ciudad, pero en esa zona se encontraba ya el Santuario de la Virgen de la Fuensanta y se consideró que colocar cerca el mismo un lugar de enterramiento podía ahuyentar a los fieles. Esto, unido a la percepción universal y sobrenatural de la ciudad hizo que se pensara un lugar al Norte de la ciudad, en la zona allanada de Espinardo y en su Cerro de San Cristóbal en 1883. De esa manera se crearía una inmensa Cruz Latina sobre el valle donde se ubicaba la Ciudad de Murcia con los siguientes lugares del poder, en donde la hoy Catedral de Murcia estaría en el cruce hipotético de esa cruz, protegiendo de manera telúrica a todo el entramado urbanístico del momento:

  1. Norte: Cementerio Zona Espinardo (Ntro. Padre Jesús)
  2. Este: Cementerio Puerta de Orihuela
  3. Oeste: Cementerio Puerta de Castilla o Albatalia
  4. Sur: Santuario Virgen de la Fuensanta
  • Recreación hipotética de la gran cruz con la plaza de la catedral en el centro -

¿Por qué el Cerro de San Cristóbal y no otro lugar en Espinardo? La respuesta es bastante sencilla pues en ese lugar existía una antigua ermita dedicada a San Cristóbal, por lo que se daban las circunstancias para construir un camposanto al estilo tradicional, anexado a lugares de culto. Prueba de la existencia de la ermita la tenemos desde mediados el siglo XVI, momento en el que Juan Martínez Siliceo tomó posesión del obispado de Cartagena (desde el 6 de abril de 1541 hasta 1546), el cual, según parece, siguió la antigua tradición y ”montó a caballo en la ermita de San Cristóbal situada en los altos de Espinardo, donde oraban los nuevos obispos y los recibía su clero” para posteriormente entrar a la ciudad de Murcia a caballo, seguido del deán y cabildo, hasta las cuatro esquinas (cruce de Platería y Trapería) que curiosamente se denominan “de San Cristóbal”.

Recibe toda la actualidad
Murcia Plaza

Recibe toda la actualidad de Murcia Plaza en tu correo