No sabe, apenas contesta. El Gobierno de España se desentiende de las mociones de censura de 2021 que provocaron un cisma político con epicentro en Murcia y réplicas por todo el país. El PP llevó este asunto -que fue todo un trauma en la Región de Murcia- a la Cámara Alta tras publicar hace unas semanas The Objective un documento cuyo título -"El acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos para conformar gobiernos conjuntos"- apuntaba a que la maniobra contra Fernando López Miras en la Comunidad y José Ballesta en la Alcaldía de Murcia estuvo planificada desde el Gobierno nacional. El ministro de Política Territorial y Administración Pública, Ángel Víctor Torres, que fue quien encajó la pregunta, se limitó a echar balones fuera y a recordar otro de los mantras que dejó aquel seísmo político: el transfuguimo.

Y eso que la sesión de control comenzaba con talante de guante blanco. El senador Francisco Bernabé deseaba, en nombre del grupo parlamentario popular y "de todo corazón", una "pronta y rápida recuperación" a Ángel Víctor Torres, quien el pasado el pasado fin de semana anunciaba que sufre un cáncer. "La salud es lo primero; cuídese, señor ministro", le decía con cariño el exalcalde de La Unión. Pero poco duró la cortesía: "Dicho lo cual, entrando ya en materia, debemos recordar que el 10 de marzo de 2021, en lo más duro de la pandemia, con más de 71.000 españoles fallecidos, ese día el Gobierno no luchaba contra la covid, sino que se estaba repartiendo con Ciudadanos dos comunidades autónomas, la Región de Murcia y Madrid, cinco diputaciones provinciales, siete capitales de provincia y seis municipios". Ese día, incidía, "no estaban preocupados por salvar vidas, sino por la presentación de 20 mociones de censura y el reparto de sillones, traicionando con ello a los gobiernos legítimos en los instantes más críticos del coronavirus y demostrando una falta de escrúpulos". 

Acusa a Bolaños de ser un cobarde

El senador arguye que todo fue orquestado en La Moncloa: "La indignidad se ha vuelto grotesca cuando hemos descubierto que las negociaciones fueron impulsadas desde su mismo Gobierno de España, que entonces nos pedía unidad a todos, y dirigidas por su compañero Bolaños", esgrimía, en referencia a que, según apuntaba el mencionado periódico, el texto llevaba el sello del entonces secretario general de Presidencia y hoy ministro, Félix Bolaños, y su otrora jefe de Gabinete, el ceheginero Rafael Oñate. De hecho, debía ser Bolaños quien respondiera a esta cuestión en el Senado, pero finalmente compareció Torres. "Un cobarde que se ha ido para no dar la cara y le ha dejado a usted como escudo", afeaba Bernabé, que ironizaba que "Bolaños no tiene relaños" y criticaba que la mano derecha de Pedro Sánchez "convirtió los sótanos de La Moncloa en auténticas cloacas" . Y se preguntaba: "Por qué lo hicieron?

En la réplica, el ministro empezaba, eso sí, dando las gracias por las buenas palabras del PP y del resto del arco parlamentario sobre su salud. "De esta vamos a salir, seguro". También le duró poco la cortesía e iniciaba su respuesta limitándose a referir que "son acontecimientos que la propia dirección de Ciudadanos ha dicho que no había ningún acuerdo". "No lo dice", apostilló, "el Gobierno ni mi formación política, sino Ciudadanos". Poco más añadió, más allá de decir que prefiere acordarse en marzo de otros aniversarios como los cinco años del inicio de la pandemia. Acto seguido invitaba al PP a pedirle que "regrese al Pacto Antitransfuguismo": "Porque en esas fechas sí hubo mociones de censura que fueron realidad y no ficción en las que el PP se unía a tránsfugas de Ciudadanos", criticaba, en alusión clara a los tres diputados naranjas de la Región de Murcia que acabaron uniéndose al Ejecutivo murciano pese a haber firmado el texto inicial de la moción de censura.

La respuesta inquietó a Bernabé. "¿No se cansan de mentir? Si está publicado y hasta lo han reconocido sus propios socios de Ciudadanos. El pacto de la infamia [espetaba, alzando el folio publicado] firmado por el señor Cuadrado y el señor Bolaños, junto con las pruebas informáticas y los metadatos que llevan el sello de Bolaños y que indican que salió de su despacho". Con esto, apostilló, "se han quedado retratados para siempre". Porque "a eso se dedicaron durante la pandemia: a intentar ganar con sucias mociones de censura lo que no les había dado el pueblo español en las urnas". El senador tomaba carrerilla y sumaba a su argumentación una retahíla de críticas sobre las presuntas compras fraudulentas de mascarillas y supuestas adjudicaciones amañadas de obras públicas, sin olvidar a Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, ni tampoco a "su amigo Ábalos y su mamporrero, Koldo, que se hicieron de oro y pagaran prostitutas con los impuestos". Y terminaba: "Están acabados. Su final será cuando los españoles vayamos a votar".

Torres volvía a negar la mayor: "Está publicado y negado por la dirección de Ciudadanos". En puridad, desde el partido naranja reaccionaron a la noticia negando "tajantemente la veracidad del acuerdo que refleja el documento publicado" y "desmienten que la dirección del partido autorizara en ningún momento la ruptura del Gobierno de la Comunidad de Madrid". Lo cierto es que Carlos Cuadrado sí lo ha reconocido (según afirmó al diario La Verdad) y, por su parte, Ana Martínez Vidal, la persona que iba a ser la presidenta de la Región en caso de que hubiese prosperado la moción, se limitó a comentar en un breve tuit: "El tiempo pone todo en su lugar". El ministro, en cualquier caso, no dedicó ni un minuto más a este asunto y volvió a centrarse en el Pacto Antitransfuguismo que el "PP abandonó", aderezado con una crítica al PP por pactar con la ultraderecha en Valencia.