MURCIA. Por estas fechas los medios se llenan de listas de lo mejor lo-que-sea del año: son útiles para escoger regalos para la familia o para sugerir regalos ante la pregunta qué queremos para Reyes, que a medida que uno crece, puede volverse más y más difícil de contestar. Estas listas suelen ser bastante uniformes: en el caso de los libros —en la mayoría de casos, en realidad—, es común que se dé cierto consenso. Esto es así porque la publicidad consigue que sea lea más o menos lo mismo, o bien que se diga que se ha leído, al margen de que haya sido así o no. Confeccionar una lista y dejar fuera alguno de los títulos que el canon marketiniano ha dicho que son la gran revelación de la temporada puede dañar la reputación de quien la firma. Mucha gente está convencida de que un libro es excelente, e incluso le puede sorprender no encontrarlo en ese tipo de selecciones, pese a no haber visto ni sus tapas.
Es la magia de los grandes presupuestos, de la presión psicológica que pueden llegar a generar, pero también de la pereza: si todo el mundo dice que es un libro que tiene que estar, resulta más sencillo incluirlo en una lista remix de otras listas. Tantas listas no pueden estar equivocadas, y si lo están, nadie va a señalar al rey para mostrar que está desnudo. Por supuesto, hay listas honestas. El problema de las listas es que no pueden contenerlo todo: quedan en sus márgenes las siguientes mejores obras, pero sobre todo, ese inmenso océano de lo que no se ha leído —o escuchado, o visto—. La producción cultural del ser humano del Antropoceno es tan masiva que es absolutamente imposible conocer una proporción decente de cualquier rama como para considerarse experto sin reducir mucho el espectro de lo mínimo que se necesitaría para ser realmente un experto. Incluso con muchísimo tiempo libre, o con un trabajo que supusiese una dedicación total a leer, nadie podría leer ni una ínfima parte de lo que se edita al año no en el mundo, sino solo en España. Eso, claro está, deja un margen muy amplio a la sorpresa. A la exploración salvaje.