BARCELONA (EFE). El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha tachado de "bulo" las informaciones que aseguran que el BBVA contaría ya con el apoyo de grandes inversores institucionales para hacerse con la entidad catalana, tras asegurar que estos ni siquiera han tomado una decisión.
"Es algo que harán al final", ha dicho, cuando se conozca toda la información y los accionistas tengan que decidir si están dispuestos a canjear sus títulos por los del BBVA.
Para dar credibilidad a su afirmación, Oliu ha asegurado en un encuentro con la prensa previo a la junta de accionistas del banco que se celebra este jueves en Sabadell, que él ha hablado directamente "con Blackrock, con Vanguard... y la decisión la toman al final".
Por su parte, el consejero delegado, César González-Bueno, ha insistido en que al precio actual los inversores institucionales, en su mayoría grandes fondos, consideran que no hay una prima por participar en la operación, es decir, "no es un precio razonable".
Después de haber recordado minutos antes que el presidente del BBVA, Carlos Torres, trasladó desde un primer momento, antes de lanzar la opa y antes incluso de que se sentaran a negociar, que no mejorarían el precio porque podría acabar afectándole a la propia cotización del BBVA.
Una subida del precio puede no mejorar la oferta para el accionista del Sabadell, ha advertido Oliu, pues esa subida podría ir acompañada de una caída de la acción del BBVA, por lo que el banquero descarta este escenario.
"Tienen que ir con mucho cuidado a la hora de mejorar la oferta" y cree que es algo que no pasará porque "Carlos es una persona prudente", en alusión al presidente del BBVA, Carlos Torres.
Y aunque está claro que a Oliu no le gusta la opa lanzada por el BBVA sobre el Sabadell, considera que es como un recurso al Tribunal Supremo, la única alternativa que le queda a quien ya ha perdido antes en el resto de los juzgados.
Oliu recordó que primero fue él quien dijo no a la oferta del BBVA el pasado abril y luego el consejo de administración del banco.
Sobre la vuelta a Cataluña de la sede del Sabadell, el banquero ha dicho que cada vez que se le preguntaba por esta cuestión respondía que lo harían cuando se dieran las condiciones.
"No sabemos cuáles eran las condiciones que tenían que darse, pero se dieron", ha ironizado, antes de añadir que "los astros estaban a favor para hacer algo que quería hacer desde siempre" y era que el banco volviera a tener su sede en Sabadell.
Oliu: "El Gobierno tiene que ser claro"
Además, Oliu, cree que el Gobierno tiene que ser claro y decir si va a permitir una fusión de la entidad con el BBVA en caso de que prospere la opa, y qué hará para no mermar la competencia en el mundo de las pymes.
El banquero considera que el Ejecutivo tiene "en sus manos" velar por el equilibrio en el sistema financiero del país y cuenta con argumentos para hacerlo si finalmente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprueba la operación con condiciones, a ojos del Sabadell, insuficientes. Oliu ha apelado al "bien común" y al futuro de España para que el Gobierno imponga nuevos requisitos que garanticen la competencia y se ha mostrado convencido de que el Gobierno entenderá el "daño" que una fusión del BBVA y el Sabadell podría tener en Cataluña, la Comunidad Valenciana o Murcia, "donde el tejido empresarial se ha manifestado más en contra de la operación".
En las próximas semanas se espera que la CNMC apruebe la hipotética fusión de las dos entidades sujeta a compromisos que el BBVA cree suficientes para mantener la competencia, frente al Sabadell que pide ir más allá para conseguir ese objetivo.
Tras la resolución de la CNMC, que previsiblemente llegará en los primeros días de abril, el Gobierno puede elevar esta cuestión al Consejo de Ministros e imponer medidas adicionales, en teoría que no estén relacionadas con la competencia, sino con cuestiones como el interés general o la seguridad nacional.
"Ni BBVA ni nosotros somos un peligro para la seguridad nacional", ha ironizado Oliu. Si bien, ha añadido, el Gobierno tiene que pensar si la operación interesa o no al país, antes de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) apruebe el folleto de la opa.
Como los exámenes, si no es en julio será en septiembre
Ante la hipótesis de que el Gobierno complique la operación hasta el punto de que el BBVA retire su oferta, Oliu ha señalado que no parece que el banco vaya a desistir, como tampoco que vaya a mejorar las condiciones de la opa, pues podría salirle mal la jugada.
Una subida del precio puede no mejorar la oferta para el accionista del Sabadell, ha advertido Oliu, pues esa subida podría ir acompañada de una caída de la acción del BBVA.
Además, el banquero ha enumerado los riesgos que ve a la operación y que los accionistas tendrían que tener en cuenta, empezando por las sinergias o ahorros de costes, que no pueden ser las mismas si hay o no fusión. "Hay que ser del género 'inteligente' para pensar que las sinergias serán iguales sin fusión", ha dicho.
Otro de los riesgos es el rechazo de los clientes del Sabadell a una compra por parte del BBVA, lo que se traduciría en una pérdida de negocio o sinergias negativas de ingresos. Y ha explicado que, aunque no fuera una opa, ya ha pasado, por ejemplo, "en casos de salvamento" como cuando el Santander se hizo con el Popular.
A esto hay que sumar que si el BBVA se enfoca durante dos o tres años en una integración del Sabadell, quien se beneficiaría sería la competencia, básicamente Santander y CaixaBank y, en menor medida, Bankinter, que aprovecharían para ganar negocio.
Oliu tampoco pasa por alto los riesgos sobre el consumo de capital de una operación que no entiende sin fusión y, por último, los riesgos para los propios accionistas del Sabadell, diferentes si lo fueran del BBVA, un banco con una gran exposición a países emergentes como México y Turquía.
"A lo mejor es bueno tener un banco diversificado, pero el accionista que entró en Sabadell lo hizo porque el riesgo era español, no multinacional", ha resumido el banquero.
El valor del Sabadell, en palabras de su presidente, es su plan estratégico en solitario frente a un plan de BBVA que no se conoce.
Y el Sabadell es "un proyecto nacional fundamental" que canaliza el ahorro español en pymes españolas y que ha dado financiación desde el principio a quienes ahora son grandes empresas catalanas.