San Javier instalará en la AP7 a su paso por la urbanización Euroroda unas pantallas acústicas para frenar la contaminación en esa zona por el ruido del tráfico. “El término municipal de San Javier ha experimentado en los últimos años un importante aumento de población consecuencia del atractivo turístico de la zona. Se han desarrollado varios sectores y se han ejecutado varias urbanizaciones, entre ellas la urbanización EURORODA, situada próxima a la salida 786 de la autopista AP-7 dirección Murcia-Alicante. La proximidad de la citada autopista a la zona residencial origina problemas de contaminación acústica que en la actualidad afecta a los vecinos de la zona”, justifica el Ayuntamiento para estas obras.
“Con el objeto de evaluar el grado de impacto acústico en la zona, se elaboró el “Estudio de Impacto Ambiental Acústico del trazado de la autopista AP7 a su paso por la urbanización EURORODA”. En este documento se concluye que en la franja diaria el nivel de ruido permitido alcanza valores cercanos al límite del nivel de ruido máximo permitido por la normativa vigente, alcanzando valores superiores al nivel de ruido máximo permitido por ley durante la franja nocturna. Con el objeto de dar una solución al problema de contaminación acústica en el entorno, en abril de 2019 el Ayuntamiento de San Javier encargó a la empresa CETEC el ‘Anteproyecto de pantallas acústicas en la Autopista AP-7 a su paso por la Urbanización Euroroda’”, detalla el pliego.
Las obras estarán situadas en San Javier, próximo a la salida 786 de la autopista AP-7 dirección Murcia-Alicante. “Se trata de una urbanización residencial situada a escasos setenta metros de la autopista del Mediterráneo o AP-7, eje que comunica toda la costa mediterránea desde la frontera de Francia hasta Algeciras. De acuerdo a valores emitidos por el Ministerio de Fomento, la autovía presenta presenta valores de IMD superiores a 30.000 vehículos/ día en la zona de actuación”, explica el contrato.
Tras el estudio encargado, desde el Ayuntamiento entendieron que la mejor opción era la instalación de las citadas pantallas acústicas. “Se comprueba como los valores sonoros obtenidos con los apantallamientos acústicos propuestos para la franja diurna, se encuentran en todo momento por debajo del valor máximo permitido, 60 dBA. Del mismo modo, los valores obtenidos para la franja nocturna se encuentran en todo momento por debajo del nivel establecido para dicha franja horaria, 55 dBA”, justifica el pliego.
