Tres meses después de la adjudicación, las empresas Entorno y Trescarsa finalmente han podido formalizar el contrato para la limpieza de biomasa del Mar Menor durante los dos próximos años. Esta demora se debe al recurso presentado por una de sus competidoras, que finalmente ha sido desestimado.
En concreto, fue la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Inicia Servicios Integrales, Disclean y Naturforest Murcia la que estaba en desacuerdo con la decisión tomada por la Mesa de Contratación, pues su oferta tuvo una valoración de 26 puntos en los criterios evaluables mediante juicios de valor, lo que consideraban insuficiente frente a los 32 que recibieron las compañías ganadoras del procedimiento.
Por tanto, presentaron un recurso al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, lo que paralizó de forma cautelar la formalización del contrato. Al fin y al cabo, resultaba necesario esperar a la decisión de este órgano antes de continuar con el procedimiento.
Finalmente, el TARC ha desestimado el recurso interpuesto por la mencionada UTE, lo que ha permitido levantar la suspensión de la licitación y formalizar finalmente el contrato para la limpieza del Mar Menor, lo que ocurrió finalmente el pasado 7 de febrero.
En consecuencia, Entorno Urbano y Medio Ambiente, compañía perteneciente al grupo murciano Hozono Global, y Transportes Europeos del Campo de Cartagena (Trescarsa), accederán a la prestación de este servicio hasta 2027, por lo que recibirán 13,2 millones de euros.
Este contrato ha sido diseñado con el objetivo de actuar de forma constante en todo el borde litoral y la lámina de agua del Mar Menor, eliminando las acumulaciones de materia orgánica en descomposición en las orillas y aguas someras, que influyen negativamente en la calidad ecológica y paisajística del entorno. De esta forma, se mejora además el uso público de la laguna así como la calidad de las aguas de baño y se disminuye la generación de fangos y lodos derivados de la descomposición de la biomasa vegetal.
Al fin y al cabo, este mayor aporte de biomasa se produce por la masiva proliferación de algas consecuencia de las entradas de nitratos y otros nutrientes que llegan al Mar Menor, y su presencia genera una cantidad aún mayor de nutrientes, lo que se conoce como eutrofización. Además, también supone un alivio para los vecinos de la zona, pues la putrefacción de estas algas en la orilla produce fuertes olores y unas condiciones higiénicas no deseadas.
El consejero del ramo, Juan María Vázquez, defendió la “eficacia” de esta medida en el Mar Menor, un ecosistema “extremadamente frágil, que consiste en la eliminación de esta materia orgánica antes de su descomposición y resulta fundamental, ya que evita que los nutrientes retornen al ecosistema, minimizando así el riesgo de eutrofización y la proliferación de algas.
"Eliminar la materia orgánica antes de que se descomponga es clave para proteger el Mar Menor. Al evitar la acumulación de fangos y la liberación de nutrientes que estas plantas acumulan, reducimos la cantidad de nutrientes que se encuentran disponibles para el crecimiento de nueva biomasa y, en última instancia, logramos mantener un equilibrio más saludable en el ecosistema lagunar", señaló Vázquez.