La Mancomunidad de Canales del Taibilla ya busca empresa que le redacte como se deberían construir dos saturadores de cal en la desalinizadora de San Pedro del Pinatar. “La planta desalinizadora de San Pedro del Pinatar (San Pedro I y San Pedro II) es una infraestructura estratégica que garantiza el suministro de agua potable en el ámbito de actuación de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. Una de sus funciones principales es abastecer de agua potable al sistema de explotación de la Mancomunidad, cubriendo un amplio territorio que incluye diversos municipios de las provincias de Murcia y Alicante”, explica el pliego.

“La instalación está compuesta por dos líneas de producción independientes, con una capacidad conjunta de hasta 130.000 m³ diarios de agua potable, destinados al abastecimiento gestionado por la Mancomunidad. Entre los procesos incluidos en la línea de tratamiento se encuentra la remineralización del agua permeada, cuya finalidad es restablecer el contenido salino adecuado y ajustar el pH del agua, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los requisitos normativos y operativos de calidad establecidos para el agua destinada al consumo humano”, detalla.

“La necesidad de este contrato se fundamenta en la adecuación de la infraestructura existente a los nuevos requisitos legales y técnicos establecidos por el Real Decreto 3/2023, por el que se regulan los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo humano. Dicho Real Decreto introduce valores paramétricos más exigentes respecto a la turbidez máxima permitida (0,8 UNF) y a la dureza mínima del agua (55 mg/L como CaCO₃), los cuales son difícilmente cumplidos simultáneamente con la configuración actual del sistema de remineralización de la planta desalinizadora de San Pedro del Pinatar, especialmente en condiciones de producción nominal”, cuenta el pliego por la necesidad de esta construcción.

“Actualmente, el sistema de remineralización de la instalación fue diseñado conforme a los requisitos del RD 140/2003, y su dimensionamiento presenta limitaciones técnicas para garantizar la calidad del agua producto bajo el nuevo marco regulador. Concretamente, la capacidad del saturador de cal existente es insuficiente para alcanzar los niveles de dureza requeridos sin generar una turbidez superior al límite permitido, debido al riesgo de sobresaturación y precipitación de carbonato cálcico”, añade el pliego. “Además, esta situación obliga a operar el sistema fuera de sus condiciones de diseño, lo que no solo compromete la estabilidad del proceso y la calidad del agua, sino que también aumenta el riesgo de fallos operativos, costes de mantenimiento y consumo energético. Por tanto, se considera imprescindible abordar la redacción de un proyecto constructivo que permita redimensionar adecuadamente el sistema de remineralización, garantizar el cumplimiento normativo vigente en términos de calidad del agua, mejorar la eficiencia operativa y la estabilidad química del agua tratada y asegurar la sostenibilidad del suministro a los municipios abastecidos por la Mancomunidad”, apunta.